El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 20 de diciembre en un promedio de $4.374,73. Esto significó una caída de $19,77 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.394,50.
La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.360,00, tocó un máximo de $4.394,00 y un mínimo de $4.359,00. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD834 millones en 1.081 transacciones.
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Con respecto a los últimos siete días, el dólar estadounidense acumula una subida del 1,37%, por lo que en términos interanuales aún acumula un ascenso del 11,45%.
Con relación a días previos, encadenó cuatro sesiones consecutivas de subida. En la última semana, la volatilidad es manifiestamente inferior a los números logrados para el último año (13,42%), de forma que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en los últimos días.
Comportamiento del mercado
En términos semanales, el peso colombiano experimentó una depreciación acumulada del 1,57%, en un contexto caracterizado por varios factores fundamentales relevantes, con especial énfasis en el panorama de la política monetaria. El viernes 20 de diciembre, al cierre de la jornada, el Banco de la República sorprendió a los mercados al anunciar un recorte en la tasa de interés de apenas 25 puntos básicos. Esta decisión se interpretó como una medida preventiva frente a una posible desaceleración más lenta de la inflación y, sobre todo, como una respuesta al tono restrictivo que adoptó la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed).
El ajuste en la política monetaria del banco central colombiano podría tener implicaciones importantes para la dinámica del peso frente al dólar. En particular, la reducción del diferencial de tasas de interés entre Colombia y Estados Unidos podría aliviar, en cierta medida, las presiones de depreciación sobre la moneda local. Sin embargo, persisten riesgos significativos que podrían seguir influyendo en su desempeño. Entre estos, se destacan los desafíos relacionados con el panorama fiscal del país, así como el potencial efecto contagio derivado de las dinámicas económicas en la región.
En este escenario, el comportamiento del peso colombiano estará marcado por la interacción de factores internos y externos en las próximas semanas. Los mercados continuarán atentos a las señales provenientes de la política monetaria tanto a nivel local como internacional, así como a la evolución de los indicadores fiscales y macroeconómicos que puedan impactar el sentimiento de los inversionistas.
En el panorama internacional, el índice de inflación anual basado en el gasto de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), que mide los precios que pagan los consumidores por bienes y servicios en Estados Unidos, registró un aumento del 2,4% anual en noviembre. Este resultado representó una aceleración de 0,1 puntos porcentuales respecto al dato de octubre y superó las expectativas del mercado, que apuntaban a un incremento del 2,5% anual.
Este comportamiento positivo en el PCE sugiere una moderación en la presión inflacionaria en comparación con meses anteriores, lo que reforzó la confianza de los inversionistas en el manejo de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed). De hecho, la probabilidad implícita calculada por los mercados financieros sobre la decisión de la Fed de mantener las tasas de interés estables en la reunión de enero se mantuvo elevada, alcanzando el 91,1%.
El dato del PCE es un indicador clave que la Fed utiliza para evaluar la evolución de la inflación y ajustar su política monetaria en consecuencia. En este contexto, la estabilización de este indicador sugiere que las estrategias implementadas hasta ahora han sido efectivas para contener las presiones inflacionarias sin afectar drásticamente el consumo.
La expectativa de que la Fed haga una pausa en los recortes adicionales de tasas de interés refleja, en gran medida, la percepción de que el panorama inflacionario está bajo control, lo que permite un margen para evaluar con mayor detalle el comportamiento de la economía estadounidense en los próximos meses. Sin embargo, los mercados continuarán atentos a los próximos datos macroeconómicos y las declaraciones de los funcionarios de la Fed, que podrían ofrecer pistas sobre las perspectivas de la política monetaria para 2024.