Colombia es uno de los países donde las celebraciones de diciembre se convierten en toda una fiesta. Sin embargo, también hay espacio para la reflexión y el recogimiento característico de los creyentes en la religión, por lo que aprovechan esta temporada para rezar.
Y es que los religiosos consideran que la llegada de un nuevo año es un momento lleno de esperanza ante las nuevas oportunidades, por lo que hay que pedir que cosas positivas se encuentren en el camino. También se considera que es un tiempo de reflexión sobre lo vivido durante los 12 meses que pasaron, por lo que los creyentes consideran que es necesario despedir lo vivido y dar la bienvenida a lo que está por venir.
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De acuerdo con la agencia de noticias católica ACI Prensa, las personas optan por realizar una oración especial, un ritual simbólico que invita a la introspección y al deseo de un futuro mejor. Aunque recomiendan que las personas apliquen estos métodos de forma frecuente para mejorar su vida.
Oración para despedir el año que termina
Despedir el año que termina puede ser emotivo para algunas personas, pues es considerado un momento para agradecer para que las experiencias, sean buenas o malas, ya que todas contribuyen al crecimiento personal y, de acuerdo con los creyentes, la gratitud se convierte en un elemento central en estas oraciones, reconociendo las lecciones y bendiciones recibidas.
“Al despedir este año que termina, agradecemos por las experiencias vividas, las lecciones aprendidas y los momentos compartidos. Miramos hacia el nuevo año con esperanza y determinación, deseando paz, salud y prosperidad para todos. Que este año traiga nuevas oportunidades y nos permita seguir creciendo juntos”.
Oración para recibir el nuevo año
Al dar la bienvenida al nuevo año, la oración se transforma en un acto de esperanza. Se suelen pedir deseos de salud, prosperidad y paz, tanto a nivel personal como colectivo, pues muchas personas realizan estas oraciones en familia. Esta práctica se lleva a cabo con el fin de promover una sensación de renovación, alentando a dejar atrás lo negativo y abrirse a nuevas oportunidades.
“Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Amén”.
En muchas culturas, estas oraciones también son un medio para fortalecer los lazos familiares y de la comunidad, puesto que reúnen a las personas en torno a un deseo común de bienestar que se pide para toda la ciudadanía. Así, el cierre de un año y el inicio de otro se convierten en una oportunidad para la unidad y la renovación.
“Con cada nuevo año que llega, nos renovamos en esperanza y determinación. Pedimos que este nuevo comienzo nos traiga salud, alegría y oportunidades para crecer. Que seamos guiados por la sabiduría y la compasión en cada decisión, y que nuestros pasos vayan siempre acompañados de paz y amor. Agradecemos por lo que hemos aprendido y por lo que vendrá, con la certeza de que un futuro brillante nos espera”.
Realizar una oración al final del año es, en definitiva, un momento propicio para cerrar ciclos y abrir puertas hacia nuevos comienzos, con la confianza de que lo mejor está por llegar.