La advertencia de las autoridades colombianas contra los ciudadanos que deciden tomar justicia por mano propia parece haberse quedado corta: un nuevo incidente se registró la tarde del miércoles, 18 de diciembre, en plena carrera Décima, luego de que un motociclista atrapara a otro intentando robar bajo la modalidad de raponazo.
Según se aprecia en una serie de videos realizados por los habitantes del sector, intimidándolo, logró hacerlo bajar de su vehículo y luego se ensañó contra él, arrancándole el recubrimiento de plástico y golpeándolo contra el suelo.
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De lejos, el presunto ladrón intentaba detenerlo, pero el ciudadano continuó hasta encontrar un encendedor con el que prenderle fuego hasta dejar, únicamente, el chasis.
Los testigos del hecho trataron de persuadir al “justiciero” para que esperara a las autoridades, pero decidió actuar por cuenta propia y “ahuyentar” al presunto ladrón, incluso, antes de que las autoridades se presentaran.
Por tanto, su respuesta no solo habría entorpecido el debido proceso, sino también puedo haberlo metido en problemas, como explicó el abogado penalista Ricardo Burgos, en entrevista con el matutino de Arriba Bogotá: “Lo que permite la ley colombiana es capturar a la persona que presuntamente cometió un delito y llevarla ante las autoridades competentes. Nada de golpearlos hasta casi matarlos o quemar los vehículos en los cuales están transitando”.
Y es que, de acuerdo con el tambipen penalista Iván Javier Mojica Rozo: “Aunque hacer un seguimiento a las cifras de linchamientos puede resultar complicado porque, según, ‘la policía rara vez hace un registro sistemático de estos hechos’, algunas evidencias nos permiten ver un aumento de estos casos, tanto en Colombia como en América Latina. Una de las representaciones más comunes, y a la vez más peligrosas de este fenómeno, es el acto del linchamiento, el cual ha llegado a dejar hasta 140 muertes en un año”.
Motociclista que fue confundido con un ladrón estuvo a punto de ser linchado en zona comercial de Bogotá
A finales de agosto, Andrei, conocido en redes sociales como @andrei.o05, logró demostrar su inocencia tras un confuso episodio de justicia por mano propia en una zona comercial de Bogotá. Según relató el creador de contenido especializado en motos, los dos hombres que lo atacaron tuvieron que disculparse y responder por los daños ocasionados a su motocicleta. Incluso, uno de ellos le ofreció dinero para cubrir las reparaciones. “Para muchos actué mal, para otros bien, pero no dejé que mis emociones me hicieran embarrarla y terminar hasta linchado por la comunidad. Cada día considero que la violencia no soluciona nada, solo lo empeora”, expresó Andrei en un video compartido en redes sociales, donde también agradeció el apoyo de sus seguidores.
La situación se originó cuando dos sujetos lo interceptaron en un semáforo y lo tiraron de su motocicleta para luego golpearlo. Aunque en un inicio pensó en defenderse, optó por mantener la calma y contactar a las autoridades, decisión que evitó que la situación escalara. “Cuando me pude levantar, pensé en ponerme a pelear, pero en este caso yo perdía más. Tenía mi moto en el suelo, eso significaba daños, y tenía videos a mi favor. Lo que hice fue llamar a la Policía”, detalló.
En pocos minutos, agentes de la Policía llegaron al lugar, mediaron en el conflicto y aclararon que el ataque fue un error. Comerciantes del sector, dispuestos a colaborar, ofrecieron las grabaciones de sus cámaras de seguridad, aunque finalmente no fueron necesarias. Este incidente, que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias, puso de manifiesto los riesgos de tomar la justicia por mano propia, una práctica que, además de estar prohibida por la ley, puede derivar en tragedias.
Andrei utilizó su experiencia para reflexionar sobre este tipo de episodios y señaló que no solo los presuntos delincuentes cometen errores, sino también aquellos que deciden atacarlos sin pruebas: “Cuando se registran episodios de la mal llamada justicia por mano propia, no solo los ladrones actúan mal, también sus agresores”, enfatizó.
En Bogotá, este tipo de incidentes no son aislados. Casos como el de un domiciliario que fue apuñalado y cuyo vehículo fue quemado tras ser falsamente acusado de robo reflejan las graves consecuencias de estas acciones impulsivas. Las autoridades insisten en que la única medida aceptable en estos casos es retener al sospechoso mientras se espera la llegada de los organismos competentes.