En atención a las declaraciones de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, en las que se afirma que el incremento del salario mínimo mejora el bienestar de los ciudadanos con menores ingresos y que dicho aumento debe fundamentarse en indicadores como la inflación, la productividad y el crecimiento económico, los Observatorios Fiscal y Laboral de la Universidad Javeriana expresaron su ánimo de contribuir a la construcción de un acuerdo sobre el salario mínimo que sea positivo para el país.
Consideran que la determinación del salario mínimo es un asunto de enorme trascendencia nacional y, en ese contexto, habiendo escuchado a la funcionaria, compartieron información y elementos que estiman valiosos para tomar decisiones acertadas. Por esta razón, hicieron un informe elaborado con base en el análisis de datos históricos y presentamos las siguientes reflexiones:
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Comparando cómo están todos los trabajadores colombianos en diez años, en los que se aumentó el salario mínimo más que la inflación y el crecimiento de la productividad del trabajo, respondieron a la pregunta: ¿Están mejor todos los colombianos? Al respecto, indicaron lo siguiente:
- Los salarios promedio de los colombianos no han subido respecto del mínimo.
- 55% de los trabajadores hoy son informales y el restante es a quienes realmente les aplica el salario mínimo: los incrementos en el salario mínimo hicieron que los trabajadores informales ganen menos. En 2013, el salario medio de los trabajadores informales representaba el 93% del salario mínimo, pero en 2023 esta cifra se redujo al 78%. Es fundamental tener en cuenta que los trabajadores informales, que incluyen en su mayoría a personas de zonas rurales, representan uno de los grupos más vulnerables del país. Esto refleja que las personas con bajos ingresos no ganan con las subidas del salario mínimo, de hecho, cada vez ganan menos salarios mínimos.
- Hemos sido un fracaso en hacer que más trabajadores ganen más del salario mínimo. Hace diez años, y hoy, 44% de los trabajadores ganaban menos del salario mínimo.
- Las subidas del salario mínimo hicieron que menos colombianos ganen más del salario mínimo: en 2013, el 41% de los trabajadores ganaba entre uno y tres salarios mínimos (entre $589.500 y $1.768.500). En 2023, esa proporción cayó al 34%. Hace diez años, apenas el 5% percibía exactamente el salario mínimo, hoy es el 11%. Este cambio refleja una creciente concentración de los ingresos en torno al salario mínimo, lo que indica que las mejoras salariales no se están extendiendo a los salarios mayores al mínimo. En consecuencia, cada vez más personas quedan ancladas en el salario mínimo.
- Los aumentos altos del salario mínimo parecen haber sido pensados para los trabajadores formales de las principales ciudades: solo los trabajadores formales de las cinco principales ciudades ganan los mismos salarios mínimos que hace diez años. En todas las demás regiones y en la porción de la población que está en la informalidad los trabajadores ganan menos que hace diez años. Así los mercados laborales regionales perdieron competitividad al enfrentar una política que no ha sido pensada desde sus particularidades, sino impuesta desde Bogotá. Además, los incentivos de migración a las principales ciudades aumentaron, por lo que se espera que en el largo plazo las áreas rurales, que son principalmente de vocación agrícola, se quedarán sin la fuerza laboral necesaria.
- Para encontrar el valor de la productividad laboral, se calcula a partir del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y se encuentra midiendo la parte del crecimiento que es explicada por el incremento de la eficiencia de los trabajadores. Como es sabido, el crecimiento en la productividad laboral y la inflación son los indicadores centrales para determinar los ajustes salariales. Sin embargo, resulta preocupante la falta de precisión en las afirmaciones oficiales, como la referencia a “un porcentaje del PIB”, sin aclarar a qué proporción específica se alude ni cómo se vincula a la determinación del salario mínimo.
Condiciones de los trabajadores
En conclusión, los datos indican que la política de incrementos del salario mínimo, tal como se implementa, no cumple con el objetivo de mejorar las condiciones de la mayoría de los trabajadores, en especial, los más vulnerables.
Dicen los observatorios que, lejos de aumentar los ingresos promedio y favorecer a las “personas de la calle y los barrios”, las cifras muestran un estancamiento o deterioro en la calidad salarial: cada vez más trabajadores se concentran en el mínimo, la informalidad se ve aún más golpeada, y los salarios intermedios se contraen.
“Las regiones distintas a las principales ciudades pierden competitividad, los informales quedan más rezagados y las mujeres, a pesar de mayor educación y esfuerzo, continúan ganando menos”, advirtieron.
Según los mismo, esta realidad obliga a cuestionar las afirmaciones optimistas y poco claras que relacionan la subida del salario mínimo con mejoras generalizadas, así como a repensar la aplicación de indicadores y criterios para el ajuste salarial.