El 19 de diciembre de 2024, el presidente de la República, Gustavo Petro, firmó el decreto en el que se estableció el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025 por un monto estipulado de $511 billones.
De estos, para funcionamiento de la Presidencia de la República se destinarán $452.841.786.933 y otros $158.658.164.194 para inversión, lo que da un total de $621.509.951.127.
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Luego de hacerse pública la sanción del multimillonario presupuesto que tendrá el Estado para el próximo año, el jefe de Estado utilizó sus redes sociales para aclarar varios asuntos al respecto.
En ese sentido, Petro afirmó que el presupuesto tiene un déficit de $12 billones gracias a que se hundió la reforma tributaria con la que buscaba recaudar dicho monto.
“He firmado el presupuesto desfinanciado en 12 billones de pesos tal como se presentó al Congreso de la República y tal como ordena la Constitución nacional”, indicó en su cuenta de X.
A su vez, criticó al Congreso de la República por no aprobar el proyecto de ley y obligarlo a establecer el PNG por decreto. Igualmente, señaló que en el documento se explica cómo se utilizarán los recursos mientras el Gobierno encuentra la manera de recaudar el dinero faltante.
Incluso, aprovechó para lanzar una pulla a los congresistas que votaron de manera negativa a la ponencia y al presidente del Senado, Efraín Cepeda, por influir en la decisión para ayudar a sus amigos que tienen negocios en el sector de los juegos de azar.
“En el decreto de liquidación se expresará cuáles partidas de funcionamiento e inversión se aplazarán en el 2025, mientras se consigue la financiación necesaria que no fue posible por la acción oscura de los dueños de los juegos de suerte y azar ilegales dentro de las comisiones económicas del congreso”, sostuvo el mandatario colombiano.
Las claves para reducir el gasto público y cerrar la brecha económica del PNG
Con la sanción del Presupuesto General de la Nación, el Estado colombiano hará sacrificios en varios sectores del país, puesto que su principal foco de inversión será el pago de la deuda externa que tiene el país y los gastos de funcionamiento. Sin embargo, expertos aseguraron que existen maneras de reducir el gasto público sin afectar otros proyectos vitales para el territorio.
De acuerdo con un estudio del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, es clave que el Estado revise el gasto de funcionamiento, ya que los incrementos que se han realizado al PNG en los últimos dos años corresponden a recursos destinados a los ministerios.
El instituto destacó que en los últimos 5 años este tipo de gasto aumentó cerca de $87,5 billones, lo que representa un incremento del 40% a nivel general y un 5,5% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para 2024. De igual manera, explicó que el flujo de caja se enfocó en cuenta de Transferencias corrientes (82%), seguido de gastos de personal (14%) y en menor cuantía el resto de las cuentas (4%).
“Las transferencias corrientes son recursos que se destinan a otras entidades del sector público o privado que se hacen de manera regular en cumplimiento de la Constitución y la Ley y no implican una contraprestación directa de bienes y servicios a favor del Estado. Por su parte, los Gastos de Personal se destinan al pago de salarios y remuneraciones de los empleados públicos, así como las prestaciones sociales, aportes a seguridad social, indemnizaciones y otros beneficios”, se lee en el informe.
En ese sentido, el observatorio fiscal propuso que las regiones cuenten con mayor autonomía para que no haya una duplicidad de acciones entre el Estado y los territorios. Asimismo, sostuvo que es necesario revisar la atención en salud y los subsidios a pensiones para determinar su viabilidad.