En el evento de presentación de la hoja de ruta para el nuevo Aeropuerto del Café, llevado a cabo el 19 de diciembre de 2024 en Palestina (Caldas), el presidente Gustavo Petro volvió a referirse al hundimiento de la ley de financiamiento que impulsó el Gobierno en el Congreso de la República. Las comisiones económicas decidieron aprobar una ponencia negativa que terminó en el archivo de la iniciativa, conocida también como una reforma tributaria.
Por medio del proyecto, se esperaba tener un recaudo de $9,8 billones que servirían para completar el Presupuesto General de la Nación para 2025. Sin embargo, 17 congresistas impidieron la aprobación de la reforma, lo que ahora, según Petro, tiene en aprietos al Estado. Habrás carteras desfinanciadas y faltarán recursos para la ejecución de programas y proyectos.
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A esto se suma un problema en el Fondo Nacional del Café, que debe asumir el cubrimiento de un déficit, en medio del alza del precio del café, que debería ser una noticia alentadora y una oportunidad para los cafeteros del país. El “ingrediente negativo” de esto recae en una decisión tomada por la Federación Nacional de Cafeteros tomada hace dos o tres años.
El nuevo “dolor de cabeza” que puso en alerta al presidente
La organización le apostó a un sistema de “contrato a futuro”, que consiste en pactar un precio en el contrato, el cual debe sostenerse durante cierta cantidad de años. Según el jefe de Estado, buena parte de las cooperativas cafeteras adoptaron este modelo, pero los contratos se pactaron a un “muy bajo precio”.
El problema recae en que ahora los precios presentan un alza importante, lo que quiere decir que el Fondo Nacional del Café tendrá que pagar el excedente entre el precio bajo que se firmó en los contratos y los precios altos actuales.
“Es decir, que los congresistas que hundieron la ley de financiamiento tienen aquí otra razón para que les dé dolor de cabeza, porque ese déficit que tiene que pagar el Fondo Nacional del Café, que es propiedad pública, es del Gobierno nacional, pero contratado por una entidad privada, que es la Federación Nacional de Cafeteros, se ha desfinanciado en un solo año en 180 millones de dólares”, señaló el jefe de Estado.
Aseguró que el Gobierno nacional podría asumir esa deuda, por medio de un nuevo pacto cafetero, pero, según indicó, con el archivo de la reforma tributaria, el Estado se quedó sin una buena cantidad de recursos. “Nos han desfinanciado”.
“¿Qué va a pasar con el Fondo Nacional del Café? Se los dejo aquí en la mesa porque no es el tema de esta reunión, pero sí es bueno informarlo”, añadió, explicando que, aunque los altos precios del café generan riqueza, representan un problema por el “criterio especulador” con el que se tomaron las decisiones en la Federación.
“Ahora, el alto precio representa crisis fiscal de la Nación”, advirtió.
De acuerdo con el gerente general de la FNC, Germán Alberto Bahamón, el alza en el valor de la carga del café sí es una noticia positiva para los cafeteros, que se suma a un aumento del 80% en la cotización de la bolsa de Nueva York (Estados Unidos). Sin embargo, el incremento en los precios también implica el requerimiento de más recursos económicos.
No obstante, el gerente confirmó a los caficultores que podrán contar con garantías para seguir ejerciendo su labor y continuar recibiendo ganancias por ella. “Desde @FedeCafeteros como administradores del Fondo Nacional del Café damos un parte de tranquilidad acerca del cuidado responsable de los intereses del fondo y aseguramos el bien público más importante: la garantía de compra”, precisó Bahamón en X.