Uno de los principales objetivos de las personas es mantener una alimentación saludable para prevenir enfermedades y controlar padecimientos existentes.
Entre las recomendaciones de los especialistas está seguir una dieta balanceada que incluya alimentos ricos en vitaminas, proteínas, antioxidantes y otros nutrientes esenciales. Entre las frutas más beneficiosas, la manzana ocupa un lugar destacado por sus propiedades nutricionales.
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Una de las ventajas principales de la manzana es su capacidad para mejorar la salud del hígado, órgano encargado de eliminar sustancias nocivas de la sangre, como el alcohol y otros compuestos tóxicos.
La nutricionista Sandra Milena Cardona, en una conversación con la BBC, resaltó los beneficios de esta fruta para el hígado: “Es importante cuidar este aspecto, porque, entre otras cosas, las proteínas que se forman en el hígado transportan el hierro, la vitamina A y el cobre al resto de nuestro cuerpo, donde estos nutrientes son necesarios”.
Para potenciar los beneficios hepáticos de la manzana, se recomienda consumirla de la siguiente manera durante cinco días:
- Día 1: Además de un limón exprimido en la mañana, consumir dos manzanas grandes, ya sea en forma de licuado (con agua) o en trozos. Pueden ingerirse antes de alguna de las cuatro comidas diarias.
- Día 2: Incrementar la cantidad a cuatro manzanas.
- Día 3: Consumir ocho manzanas.
- Día 4: Reducir la ingesta a cuatro manzanas.
- Día 5: Finalizar con el consumo de dos manzanas.
La manzana contiene una combinación de nutrientes y compuestos que favorecen la función hepática. Entre sus propiedades destaca la pectina, un polisacárido complejo presente en las paredes celulares de los vegetales, especialmente las frutas. La pectina es utilizada como espesante en las industrias alimentaria, farmacéutica y cosmética, y también ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, promoviendo una mejor salud general.
La vigilancia constante de la presión arterial debe ser un tema prioritario para todas las personas, ya que cualquier alteración o desequilibrio en su funcionamiento puede derivar en complicaciones graves, desde un paro cardíaco hasta muerte cerebral.
El manejo de la presión alta también requiere de una dieta controlada, en la que la manzana puede desempeñar un papel importante. Según la Mayo Clinic, las personas con hipertensión deben asegurarse de seguir una alimentación rica en proteínas magras, como los alimentos de mar, baja en grasas y sodio, e incluir un alto consumo de verduras y frutas.
El consumo diario de una manzana puede ser una estrategia efectiva para prevenir problemas relacionados con la presión arterial. Este fruto, cuando se consume con su cáscara, maximiza su aporte nutricional, ya que en esta parte se concentran muchos de sus nutrientes esenciales. El potasio presente en la manzana desempeña un papel crucial en la regulación de los niveles de sodio, lo que mejora la circulación sanguínea y ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables.
El consumo de manzanas con cáscara, combinado con avena en hojuelas, se ha convertido en una recomendación popular para mejorar la salud cardiovascular. De acuerdo con una investigación publicada por Harvard Medical School, esta mezcla de alimentos no solo es deliciosa, sino que también ofrece beneficios significativos. La manzana, rica en potasio, facilita la eliminación del exceso de sodio del organismo, contribuyendo a una mejor circulación sanguínea y al equilibrio de la presión arterial.
Además, la combinación de manzana y avena es versátil y fácil de incorporar en la dieta diaria. Los licuados preparados con estos ingredientes son una alternativa nutritiva, ideal para el desayuno o como un refrigerio saludable a lo largo del día, proporcionando beneficios tanto para el sistema cardiovascular como para el bienestar general.