Dentro de la negociación sobre el aumento del salario mínimo para 2025, las conversaciones entre gremios y sindicatos laborales comenzaron a mostrar señales de acercamiento. Por lo menos, así lo dieron a entender las partes al radicar las salvedades ante el Gobierno nacional.
Por un lado, las organizaciones sindicales y de pensionados presentaron un informe que plantea una subida base del 9,43% ($122.590), que incluye variables como la inflación, la productividad y el aporte de los salarios al crecimiento económico. Con esto, la remuneración quedaría en $1.422.590 para el próximo año.
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La propuesta sindical contempla, además, el pago de una “deuda histórica” correspondiente a un aumento del 34% en la productividad laboral que, según ellos, no se ve reflejada en los incrementos salariales durante años anteriores.
Sin embargo, los voceros de los sindicatos indicaron que este reconocimiento podría hacerse “de forma gradual”. Esta posición busca facilitar un acuerdo más inmediato en las mesas de concertación.
Paso al frente de los gremios
Por otro lado, el sector empresarial, representado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) , la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) y la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), dio un paso al frente al abrir la puerta a un posible acuerdo.
En una carta conjunta, los empresarios destacaron la posibilidad de aceptar un aumento superior al 5,2%, lo que se traduciría en un incremento de más de $76.000. Con esto, el pago quedaría en $1.376.000.
“Consideramos adecuada una cifra superior a la IPC registrada en 2024″, expresaron los representantes gremiales en el documento de salvedades presentado el 17 de diciembre. La comunicación resalta la importancia de asegurar que cualquier incremento no solo ajuste, sino que también incremente el ingreso mensual de quienes devengan salario mínimo.
Necesidad de prudencia
No obstante, los gremios también puntualizan la necesidad de prudencia. Confirmaron la existencia de una cifra confidencial que podría influir en la decisión final. Este enfoque cauteloso es compartido por otra parte del sector empresarial. La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), que no forma parte del informe conjunto, envió un documento separado a la mesa de concertación en el que insiste en la propuesta del 5,2% ($67.600). Además, solicitó que se considere la cifra confidencial sugerida por los otros gremios.
El Gobierno tiene previsto para el 18 de diciembre reuniones bilaterales con cada una de las partes, con el fin de acelerar el proceso y alcanzar un consenso antes del 30 de diciembre, el plazo máximo para cerrar el acuerdo sobre el salario mínimo.
Respecto a la comparación internacional y el contexto económico, es importante destacar que estas negociaciones se llevan a cabo en un panorama económico global desafiante. En un contexto de inflación y recuperación económica pospandemia, el equilibrio entre las demandas laborales y empresariales es crucial. Por eso, en palabras de los empresarios, el ajuste salarial no debe “distraer de la obligación de propugnar por un aumento que a la vez sea consecuente con los otros factores macroeconómicos”.
Efectos económicos para Colombia
Finalmente, el resultado de estas negociaciones podría tener efectos importantes tanto en el ámbito económico como social del país.
Y es que un aumento considerable del salario mínimo podría traducirse en una mejora del poder adquisitivo, pero también podría implicar desafíos para ciertos sectores económicos que aún enfrentan dificultades derivadas de la crisis global. Los sindicatos argumentan que un reconocimiento ajustado de la deuda histórica permitiría a los trabajadores acceder a una mejor calidad de vida, mientras que el sector empresarial advierte sobre la necesidad de mantener una mirada macroeconómica amplia y equilibrada.