Todo parece indicar que, en 2025, el aumento del salario mínimo en Colombia será decidido nuevamente por decreto, tal como ocurrió en 2023 bajo la administración del actual presidente Gustavo Petro.
En caso de que no se llegue a un acuerdo entre los sindicatos, los empresarios y el Gobierno, Petro tendría la última palabra en la definición del incremento y, de esta manera, se ajustaría el salario para el próximo año.
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En 2023, el ajuste del salario mínimo fue del 12 %, una cifra que estuvo por encima de la inflación del momento, lo que representó casi tres puntos adicionales. En ese entonces, las centrales obreras pedían un incremento cercano al 16%, mientras que los empresarios, aunque sin ofrecer una cifra específica, sugirieron que el aumento no debía ser tan alto como para desbordar la tasa de inflación.
Finalmente, el presidente Gustavo Petro estableció el salario mínimo en $1.300.000 mensuales, un aumento que fue dos puntos porcentuales superiores a la propuesta de los empresarios y cuatro puntos por debajo de lo que exigían las centrales obreras. Además, en ese mismo periodo se acordó un ajuste del 15% en el auxilio de transporte, lo que estuvo más alineado con las demandas de los trabajadores.
El incremento del salario mínimo en Colombia para el 2025 está en manos del presidente Petro, que, a través de su Gobierno, señaló que la decisión se tomará en función de dos factores fundamentales: la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y el control de la inflación, que sigue siendo una preocupación para el país.
El Ministerio de Hacienda ha sido claro en señalar que el aumento deberá ser equilibrado, buscando mejorar las condiciones salariales sin generar un desajuste económico que afecte la estabilidad del país.
Aunque aún no se ha determinado una cifra exacta, las negociaciones en la mesa de diálogo entre los sindicatos, los empresarios y el Gobierno se mantienen abiertas. El presidente Petro tiene hasta el 30 de diciembre para definir, de manera final, el incremento del salario mínimo para 2025.
Con la presión de los trabajadores por un aumento significativo en su poder adquisitivo y la necesidad de contener la inflación, la decisión de Petro será crucial para las finanzas personales de millones de colombianos, especialmente en un contexto económico que aún enfrenta desafíos.
Aumento del salario mínimo en Colombia enfrenta posturas opuestas entre trabajadores y empresarios
El miércoles 18 de diciembre, las partes involucradas en la negociación del salario mínimo en Colombia presentarán sus posiciones finales, en un intento por alcanzar un consenso antes de que el gobierno deba intervenir mediante decreto.
Según declaraciones de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, las diferencias entre los representantes de los trabajadores y los empresarios son significativas, lo que complica la posibilidad de un acuerdo.
El proceso de definición del salario mínimo en Colombia es un tema recurrente de debate y, en ocasiones, se resuelve por decreto presidencial cuando no se logra un consenso en la mesa de concertación de políticas laborales. En este entorno, los trabajadores propusieron un aumento de doble dígito, mientras que los empresarios advierten que un incremento que supere en un punto la inflación podría tener consecuencias negativas para la economía.
Las cifras propuestas por ambas partes reflejan esta disparidad: los sindicatos solicitaron un aumento cercano a los 156.000 pesos, mientras que los empresarios sugieren un incremento de aproximadamente 68.000 pesos.
La normativa nacional establece que, en caso de no llegar a un acuerdo, se deben exponer las razones para rechazar las propuestas de la contraparte, lo que permitiría al presidente Gustavo Petro tomar una decisión final mediante decreto.
La discusión sobre el salario mínimo es un tema que genera tensiones entre los diferentes sectores de la sociedad colombiana, incluyendo empresarios, trabajadores y pensionados, que a menudo critican las cifras presentadas por entidades como el Dane y el Banco de la República. La falta de consenso refleja las complejidades económicas y sociales que enfrenta el país en este ámbito.
La posibilidad de alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite sigue abierta, aunque las declaraciones de la ministra Ramírez sugieren que las posturas están aún muy distantes. Este proceso es crucial, ya que el salario mínimo impacta directamente en la calidad de vida de millones de colombianos y en la estabilidad económica del país.