La discusión de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes se ha tornado cada vez más acalorada, no solo porque hay serias diferencias entre los congresistas con respecto a lo que piensan de la iniciativa, sino por el funcionamiento de los debates. En la sesión plenaria del 18 de diciembre, se presentó una pelea entre el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, y la representante Katherine Miranda.
En medio de una discusión por la falta de lectura de modificaciones de manera completa por parte de la mesa directiva de la corporación, la congresista llamó “marica” al líder de la Cámara, luego de que se negara a aceptar la solicitud de los presentes. Por eso, Salamanca decidió suspenderla, impidiendo que pueda intervenir en lo que resta del debate.
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“¿Por qué me dice groserías? Se retira del recinto, doctora, usted no me puede venir a decir marica en la sesión. Respeto (...). Se retira de la sesión por falta de respeto a la mesa directiva aplicando el artículo 73″, aseveró el presidente del cuerpo colegiado.
El presidente Gustavo Petro reaccionó a la polémica que se generó en el Congreso de la República, mostrando su respaldo a Jaime Raúl Salamanca. “Un congresista tuvo pérdida de investidura por decir la misma palabra violenta a un presidente de la cámara. Es violencia verbal discriminatoria”, indicó.
En respuesta, Miranda lanzó dos cuestionamientos al jefe de Estado, orientados a indagar sobre las intenciones del presidente de la República y sobre la postura que tiene con respecto a los aportes que hace la congresista en los debates. Pues, es importante aclarar que la representante no está de acuerdo con la aprobación de la reforma a la salud del Gobierno Petro.
“¿Me está notificando que me quiere dar un golpe presidencial? ¿Le molesta tanto mi voz crítica al gobierno?”, preguntó la congresista.
Katherine Miranda se defendió: ¿fue solo un reclamo?
En una grabación, la representante se defendió, asegurando que su suspensión fue “inaceptable”, porque su participación en la plenaria se basó en un reclamo que hizo “de manera aireada”. La congresista pidió al presidente de la Cámara que leyera la totalidad de las proposiciones y de manera completa, para garantizar el debido proceso en la discusión y la compresión de los representantes.
Asimismo, solicitó que indicara de manera verbal cómo quedaba “el sentido de los artículos”, puesto que había 600 proposiciones, aproximadamente, que debían discutirse a cabalidad y con todas las garantías.
“Acá no se está haciendo un estudio riguroso y juicioso de cada una de las proposiciones, y pretenden que pupitriemos (sic) esta reforma. Por eso, me han quitado el derecho de hablar hoy en la reforma a la salud”, aseveró.
En ese sentido, insistió en que en el Congreso de la República hay un carácter antidemocrático, que estaría surgiendo debido a la presunta necesidad de “hacerle un favor al Gobierno” con la aprobación de la iniciativa, puesto que es la segunda vez que la presenta para su discusión. La primera vez se hundió en la Comisión Séptima del Senado.
Con la sanción que le fue impuesta, considera que la discusión en torno al polémico proyecto se queda sin una de sus “voces más críticas”. De hecho, esta postura la apropió presidente del Senado, Efraín Cepeda, que en su cuenta de X mostró su respaldo a la congresista.
“Katherine Miranda ha mostrado un liderazgo en las distintas discusiones de los proyectos de ley. Ha sido una voz crítica e independiente que no traga entero ni repite consignas. Su voz y sus argumentos van a hacer falta en lo que queda del trámite de la reforma a la salud”, indicó.