El Ministerio de Vivienda de Colombia ha anunciado la suspensión de los subsidios del programa Mi Casa Ya, afectando a miles de familias que esperaban adquirir vivienda de interés social.
Esta medida responde a la crisis fiscal que enfrenta el país, con el presupuesto para 2024 comprometido en gran parte por gastos de funcionamiento, lo que limita los recursos para programas sociales clave.
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La decisión, comunicada a través de una circular conjunta del Ministerio de Vivienda y Fonvivienda, se debe principalmente al agotamiento de los cupos destinados a las coberturas de tasas de interés para créditos hipotecarios.
Como resultado, los hogares que no lograron acceder al beneficio no podrán recibir este subsidio, lo que incrementará los costos de financiamiento y complicará el acceso a la vivienda para los sectores más vulnerables. Además, la plataforma utilizada para preasignar subsidios ha sido cerrada indefinidamente, congelando nuevos registros.
El programa Mi Casa Ya, que ha sido fundamental para facilitar el acceso a la vivienda a familias de bajos ingresos, ya enfrenta dificultades debido a la falta de recursos para el próximo año.
La reducción en el presupuesto de 2025 y la falta de disponibilidad para nuevos subsidios afectarán gravemente los planes de muchas familias que esperaban acceder a viviendas de interés prioritario.
Fonvivienda también ha informado que, a partir de la fecha, solo los hogares previamente registrados y con el estado “Interesado – Cumple” podrán continuar con el proceso, siempre y cuando cumplan con los requisitos y la disponibilidad presupuestal.
Los hogares que no logren acceder a la cobertura de tasa de interés no podrán beneficiarse de esta ayuda para el desembolso de créditos hipotecarios o contratos de leasing habitacional.
En cuanto a las preasignaciones para Vivienda de Interés Prioritario (VIP), estas también han sido suspendidas, lo que podría retrasar la entrega de viviendas a quienes más las necesitan. Las autoridades subrayan que la suspensión es temporal y depende de la disponibilidad futura de recursos.
La crisis fiscal, sumada a la falta de una reforma tributaria que hubiera aumentado los ingresos fiscales, subraya la urgencia de reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad de los programas sociales en el futuro.
La suspensión de los subsidios de Mi Casa Ya refleja las tensiones fiscales del país y plantea un panorama incierto para el acceso a la vivienda en el corto plazo.
El Gobierno de Gustavo Petro ya venía avisando sobre rebaja en el presupuesto de los subsidios
Estos anuncios no deberían ser una sorpresa para los colombianos. A principios de noviembre, Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, informó que el presupuesto para los subsidios se reducirá a la mitad para 2025, pasando de 10.1 billones de pesos a 5.3 billones.
Esta medida responde a la necesidad de ajustar las finanzas del Estado colombiano y evitar lo que Bolívar describe como un “círculo de conformismo” que impide a las personas salir de la pobreza.
El programa Renta Ciudadana, que busca apoyar a las madres cabeza de hogar con hijos menores de edad, fue destacado por Bolívar como clave para enfrentar las carencias afectivas y el maltrato que sufren muchos niños en Colombia.
A pesar de los ajustes presupuestarios, el director enfatizó que las ayudas a los colombianos más vulnerables seguirán siendo una prioridad del Gobierno.
En una entrevista con El Tiempo, Bolívar explicó que la reducción de recursos será “drástica” y afectará a varios beneficiarios de programas como la Renta Ciudadana. Sin embargo, se priorizarán los recursos para quienes se encuentran en situación de pobreza extrema, asegurando que las ayudas para personas con discapacidad, madres con niños menores de seis años y adultos mayores serán “intocables”.
El Gobierno no busca eliminar los subsidios tradicionales a mediano plazo, sino implementar un plan de transición hacia proyectos productivos para aquellos que no sean beneficiarios de los subsidios. Bolívar detalló que se destinarán cerca de 450.000 millones de pesos para apoyar a la economía popular mediante incentivos y créditos con tasas de interés subsidiadas.