Un mayor del Ejército ha sido detenido en Tumaco, Nariño, acusado de corrupción y venta de información confidencial, según una investigación reciente.
El oficial, que ocupaba el cargo de jefe de operaciones del batallón de Selva No. 53, presuntamente recibía pagos de sus subalternos a cambio de gestionar traslados dentro de la unidad militar.
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Las investigaciones revelan que los montos exigidos por el oficial variaban en función de la complejidad del traslado y el rango del solicitante. Esta práctica ilícita habría comenzado desde que asumió su puesto como tercero al mando en julio.
Además, el oficial tenía acceso a información operacional privilegiada, la cual, al parecer, vendía a los comandantes de pelotón para facilitar la ejecución de acciones operativas y asegurar resultados favorables que luego reportaban a sus superiores.
El detenido fue presentado ante un juez penal militar y policial de control de garantías para las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.
La Fiscalía ha destacado su compromiso en la lucha contra los delitos que afectan la administración pública dentro de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, subrayando la importancia de la autonomía, efectividad y transparencia en sus operaciones.
Este caso pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las instituciones militares en la lucha contra la corrupción interna, un problema que no solo afecta la integridad de las fuerzas armadas, sino que también compromete la seguridad y confianza pública en estas instituciones.
La justicia penal militar continúa desplegando sus capacidades técnicas y operativas para abordar estos delitos y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia.
En otro incidente de corrupción dentro de las Fuerzas Militares, un mayor fue arrestado el 27 de noviembre en Nilo, Cundinamarca, por presuntamente exigir dinero a sus subalternos a cambio de permisos fuera de las instalaciones militares. El oficial comandaba el Batallón de Policía Militar No. 5 y enfrentaba cargos por concusión, cohecho propio y abuso de autoridad.
Además, una operación conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y la Jefatura de Estado Mayor de Operaciones del Ejército desmanteló una red de tráfico de armamento oficial, resultando en la captura de nueve militares, tanto activos como retirados.
La red estaba involucrada en la sustracción y venta de armas y municiones desde 2017. Entre los detenidos, destacaron varios sargentos y soldados profesionales, así como militares retirados, como el sargento Raúl Leonardo Becerra Sánchez, quien habría liderado la sustracción de partes de armas desde la Unidad de Mantenimiento Militar.
Estos eventos reflejan los esfuerzos de las Fuerzas Militares para combatir la corrupción interna y el tráfico ilícito dentro de sus filas, con el objetivo de fortalecer la confianza y seguridad pública en las instituciones.
Iván Velásquez arremete contra los implicados de venta de armas a disidencias de las Farc
Tres suboficiales del Ejército Nacional de Colombia fueron capturados el 12 de diciembre de 2024 en Cali, Bogotá y Tolemaida, acusados de vender armamento a las disidencias de las Farc, según una investigación de inteligencia.
La Fiscalía General de la Nación lideró el operativo que reveló la implicación de estos militares en el tráfico de armas y municiones, generando ganancias anuales de entre 1.300 y 2.000 millones de pesos para los involucrados.
Durante un acto de ascenso de oficiales del Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, expresó su repudio hacia estos actos de corrupción.
En su discurso, Velásquez enfatizó la necesidad de erradicar la corrupción dentro de las Fuerzas Militares, subrayando que la lucha por la transparencia debe ser una realidad tangible y no solo una declaración vacía.
El ministro calificó de “inadmisible” que miembros de las Fuerzas Militares estén involucrados en la venta de armas al enemigo, lo que resulta en la muerte de sus propios compañeros y afecta a la sociedad civil. Velásquez instó a los comandantes a tomar medidas drásticas contra estos “enemigos internos” para evitar que tales situaciones continúen ocurriendo.