El Senado de la República aprobó el pasado 10 de diciembre la Ley contra el ruido, una iniciativa que busca regular el nivel acústico en Colombia y mitigar los efectos negativos de la contaminación sonora.
Tras superar su cuarto y último debate, la normativa establece los lineamientos para el diagnóstico, evaluación y manejo del ruido en el territorio nacional, además de asignar responsabilidades tanto a las entidades del nivel nacional como a las autoridades locales.
Sin embargo, la iniciativa no ha estado libre de críticas y cuestionamientos. Personas como el pastor Alfredo Saade, cercano al Gobierno Petro, mostraron su desacuerdo con la aprobación de la ley porque “puede afectar a las iglesias”.
Ante las críticas de Saade, el autor de la ley, Daniel Carvalho, le contestó: “Vea todo lo que logró Jesucristo sin un bafle”.
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El pastor Saade, conocido por su cercanía con el Gobierno nacional, cuestionó la reciente aprobación de la ley contra el ruido al considerar que la normativa podría ser redundante.
En declaraciones para La W Radio, Saade argumentó que el actual Código Nacional de Policía ya contempla sanciones específicas para el control del ruido en distintas circunstancias.
“Además nosotros sabemos, como caribeños y cachacos, que hay unas costumbres ancestrales que se dan en ciertos barrios porque eso es lo que produce la alegría”, dijo Saade
Saade también expresó su preocupación por el impacto que la recién aprobada ley podría tener en actividades religiosas, particularmente en aquellas realizadas por líderes cristianos que predican al aire libre con el apoyo de parlantes debido a la falta de una iglesia física.
“No le permitirían a ellos salir a las calles a predicar y un gran desgaste a la Policía porque esa llamadera para denunciar los ruidos de los vendedores ambulantes va a ser un problema, esa ley es innecesaria”, argumentó el pastor.
En respuesta a las críticas del pastor Saade, el representante a la Cámara Daniel Carvalho, autor de la iniciativa antes mencionada, defendió la necesidad de la normativa y subrayó la importancia de moderar el impacto sonoro de ciertos lugares de culto.
Señaló de igual manera que las reacciones a las palabras de Saade en redes, aunque en algunos casos humorísticas, evidencian un problema real relacionado con el ruido generado por estas actividades. También destacó que la fe puede practicarse sin afectar el bienestar de la comunidad.
“Las citas y comentarios a este tuit, más allá de lo gracioso, demuestran que hay una problemática asociada al ruido que generan ciertos sitios de culto. No se pide que los cierren, simplemente que moderen su impacto, que piensen en los prójimos. Vea todo lo que logró Jesucristo sin un bafle”, contestó el representante a la Cámara por medio de su cuenta de X.
Y es que, en la entrevista antes mencionada el pastor Saade también afirmó que, la ley contra el ruido con su implementación, estaría buscando acabar con las iglesias y la labor de los predicadores callejeros.
Por otro lado, en la publicación de Carvalho, un internauta con el nombre de usuario @ozcgil cuestionó la importancia que tendría el proyecto. “Con todo el respeto por su labor, esa batalla que estas dando por una ley necesaria pero no importante. Cree usted que esto tendrá un daño colateral en su vida política?”, dijo.
A lo que el representante contestó que en su opinión la iniciativa tenía un alto nivel de relevancia teniendo en cuenta que un gran porcentaje de llamadas realizadas al 123 en el territorio nacional tienen que ver con problemas relacionado al ruido.
“A mí sí me parece importante, al igual que a cientos de miles de colombianos. Recuerda que 70% de las llamadas al 123 son por este tema y que el ruido es el principal generador de problemas de convivencia en todo el país. Lo del daño colateral no lo sé y no trabajo en función de eso”.