En un discurso en el que salió a sacudirse de los fuertes señalamientos en su contra, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, dio de qué hablar el martes 17 de diciembre, y con un duro señalamiento le respondió a quienes han puesto en entredicho su labor al frente de la representación diplomática del Estado. Entre los destinatarios de sus palabras, según se pudo conocer, estaban el expresidente de la República Juan Manuel Santos y el excandidato presidencial Sergio Fajardo.
El funcionario del Gobierno de Gustavo Petro, del que se menciona que dejaría su cargo para aspirar a ser el sucesor del primer mandatario, se despachó desde San Andrés, en donde participó, junto al embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, de la Cumbre de los Pueblos Afrodescendientes del Caribe Occidental. En este evento habló con vehemencia y dejó en claro que él no fue uno de los que “corrió a arrodillarse” al fallecido exaspirante presidencial Rodolfo Hernández.
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“Yo no fui a arrodillarme ni a bajar la cabeza a nadie porque no lo hago nunca. Pero, yo sí sé dar las discusiones dentro del Gobierno. No estoy de acuerdo con mis colegas que salieron a expresarse públicamente sobre un hecho o hechos de la política exterior cuando pueden hacerlo dentro del Gobierno, y es allí donde tomamos decisiones de gobierno y es allí donde uno gana o pierde las batallas”, afirmó en primer término Murillo, frente a la polémica por la designación de Daniel Mendoza como embajador en Tailandia; designación de la que finalmente declinó, ante las duras reacciones que causó este hecho.
Los ‘dardos’ de Luis Gilberto Murillo a sus críticos
Además de agregar que representa una coalición que “está presentando una nueva visión de sociedad”, destinada a invertir en territorios en los que antes la mano estatal no llegaba, salió en defensa del actual Gobierno, que simboliza el mandato que les entregaron más de 11 millones de ciudadanos. Fue entonces cuando lanzó su primer ‘sablazo’, dirigido, al parecer, a Fajardo, al que le cuestionó que haya establecido diálogo con Hernández, con el que tuvo acercamientos en campaña presidencial, pero finalmente desechó la posibilidad de establecer una alianza.
“Yo no fui de los que salió corriendo a arrodillarse a Rodolfo Hernández, el finado que en paz descanse (...) Cuando no coincidían con la visión de país y nosotros con el presidente Petro, los que estábamos hicimos un acuerdo político que hoy se está cumpliendo: porque hoy aquí no están todos, pero ahí estamos en el Gobierno. Por primera vez tuvimos una ministra de Educación principal y tenemos una ministra de Ciencia y Tecnología...”, expresó.
Y se refirió a aquellos que, según él, “no lo van a asustar tratándolo mal por las redes sociales” y diciendo que están agachando la cabeza. “No la agacho, la tengo en alto. No crean esos niñitos perfumados que llegaron al Congreso que yo agacho la cabeza”, refirió el canciller, que sacó pecho por la forma en que Colombia, según él, ha recuperado protagonismo internacional, al presidir de manera pro tempore organizaciones como la Celac.
También mencionó cómo algunos expresidentes se refirieron, por ejemplo, a la cumbre de biodiversidad de la COP16 como un evento que fracasaría, en declaraciones que a su juicio fueron de “mala fe”. Para él, “esos comentarios no se pueden hacer” y aunque dijo tenerle “todo el afecto y agradecimiento” a los exmandatarios, remarcó que “el que no haya cometido pecado que tire la primera piedra”.
Acotó que hay quienes “no soportan que estén en la joya de la corona de la aristocracia”, como lo es la Cancillería, “para hijos y nietos de expresidentes”, y trajo a colación su caso, que es originario de Andagoya, Chocó, en el sentido de que pidió que se reconozcan sus logros en la entidad.
Y dijo entender que comprende que algunos de los exmandatarios se “angustien” por la forma en la que han llevado a cabo la política exterior, pero reafirmó que es “nuestra política”, es decir, la de Petro y no la de ellos, que busca ser “independiente, autónoma y muy activa”, en relación con la manera en que se han afrontado temas como el de Venezuela y la dictadura de Nicolás Maduro, de la que advirtió que no entregarán reconocimiento sin actas. Eso sí, dijo que no es posible que los critiquen “los que entregaron al país con la desigualdad más alta del mundo”.