Conocido como el ‘Pablo Escobar de Santander’, Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, fue finalmente recluido en la cárcel de Cómbita, Boyacá, tras su recaptura.
El peligroso delincuente, que había evadido la justicia mientras cumplía prisión domiciliaria en Medellín, está ahora bajo estricta vigilancia en el centro penitenciario, donde se le han reforzado las medidas de seguridad debido a su historial delictivo.
El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Daniel Fernando Gutiérrez, detalló las condiciones en las que Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, permanecerá recluido en prisión.
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El director del Inpec, Daniel Fernando Gutiérrez, explicó las rigurosas medidas de seguridad implementadas para garantizar el control sobre Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, tras su recaptura.
Según Gutiérrez, el delincuente está sujeto a un estricto aislamiento, con controles permanentes y un sistema de videovigilancia en su celda. De acuerdo con Gutiérrez estas estrategias, ya se han utilizado en el instituto.
Camargo Ríos se encuentra actualmente en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá, donde está sometido a vigilancia constante. El director del Inpec precisó que, aunque no forma parte de los “extorsionistas”, aquellos reclusos considerados de alta peligrosidad, se le están aplicando medidas especiales. Además, destacó que su control se supervisa desde los niveles más altos de la institución, hasta el personal de servicio encargado de su custodia.
“Nos ha llevado a tener estrategias que ya se han implementado en el Inpec, como aislamientos, controles permanentes y cámaras de videovigilancia. Él no hace parte de los ‘extorsionistas’, pero tendrá medidas especiales de seguridad. Actualmente se encuentra en Cómbita, que es una cárcel de máxima seguridad, con vigilancia permanente y control desde el director hasta el funcionario de servicio. Además, está constantemente aislado”, comentó el director del Inpec para varios medios de comunicación.
Alias Pichi fue recapturado en Antioquia
En la mañana del lunes 9 de diciembre, las autoridades anunciaron la recaptura de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, reconocido como uno de los principales cabecillas del microtráfico en Bucaramanga. Camargo Ríos, quien también enfrenta acusaciones por su presunta implicación en varios homicidios, era uno de los actores clave en el control del tráfico de drogas en la capital santandereana.
La recaptura de alias Pichi se llevó a cabo a las 4:30 a.m. durante un operativo de la fuerza pública en la vereda El Noral, en la zona rural de Copacabana, Antioquia. Junto a Camargo Ríos, fueron arrestadas otras dos personas, quienes, según las autoridades, podrían haber estado actuando como sus escoltas.
Durante su detención, Óscar Camargo Ríos fue sorprendido con una pistola Five Seven de 9 milímetros, acompañada de cuatro cargadores y 99 cartuchos, los cuales fueron incautados en el acto. Además, las autoridades le encontraron un dron, ocho teléfonos móviles y una suma de seis millones de pesos en efectivo.
Los otros dos arrestados fueron identificados como Jeison Roleywer Gonzales Saavedra y Luis Carlos Pacheco Pantoja, quienes, de acuerdo con la Policía, desempeñaban roles clave como los principales escoltas de alias Pichi. Los tres detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades pertinentes, y se prevé su traslado a Bogotá para enfrentar los cargos correspondientes.
El director de la Policía, general William Salamanca, en rueda de prensa, cuando se llevó a cabo la captura dijo con respecto a Camargo Ríos que: “alias Pichi es un criminal que le ha hecho mucho daño a la sociedad colombiana”.
El detenido es considerado el cabecilla de la banda criminal conocida como “Los de San Rafa” en Bucaramanga. De acuerdo con fuentes de inteligencia policial, esta organización se encuentra en constante enfrentamiento con “Los del Sur” por el dominio del narcotráfico en la ciudad.
Óscar Camargo Ríos se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria en el barrio El Poblado de Medellín, cuando el 11 de octubre de 2024 logró escapar, tras conocerse la posible transferencia a la cárcel de Paz de Itagüí. La fuga ocurrió poco después de una visita de control realizada por agentes del INPEC a su residencia, durante la cual se confirmó su presencia en el lugar, lo que inicialmente habría sugerido que se encontraba bajo custodia.