La actriz bogotana Catherine Siachoque es conocida principalmente por su trabajo en telenovelas, donde ha logrado gran éxito gracias a su versatilidad y talento para interpretar una variedad de personajes, muchos de ellos complejos y de fuerte presencia.
Siachoque comenzó su carrera en el mundo de la televisión a principios de los años 90 y, con el tiempo, se consolidó como una de las figuras más destacadas de la televisión colombiana.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
En el episodio final de la tercera temporada de Secretos de villanas, de Canela TV, Gaby Spanic y Catherine Siachoque revelaron las tensiones que surgieron entre ellas mientras trabajaban juntas en las telenovelas La venganza y Tierra de pasiones.
En una conversación llena de emociones, Spanic aprovechó para señalar que las diferencias entre ellas no eran un caso aislado, ya que Catherine Siachoque también habría tenido problemas con la actriz Sarah Mintz (antes conocida como Maritza Rodríguez).
“No, no confundamos las cosas”, respondió Siachoque, negando cualquier conflicto con Sarah Mintz y asegurando que ella es su amiga. Sin embargo, la actriz sí reconoció haber tenido dificultades con la versión anterior de Mintz, cuando aún era conocida como Maritza Rodríguez, afirmando que era “insoportable”.
Gaby Spanic, por su parte, compartió su experiencia personal al trabajar con Maritza Rodríguez, a quien describió como una “pesadilla” en el set. “No me gusta hablar mal de las personas, especialmente si no están presentes, pero es que Maritza Rodríguez era insoportable. Afortunadamente, con su renacimiento espiritual parece que su personalidad también cambió”, expresó Spanic, haciendo alusión a la transformación de la actriz hacia su nuevo enfoque como coach espiritual bajo el nombre de Sarah Mintz.
Catherine Siachoque también recordó una anécdota ocurrida durante una entrega de premios de Telemundo, cuando Maritza Rodríguez, recién casada con Joshua Mintz, exejecutivo de la cadena, alteró los planes de última hora. Siachoque relató que, tras haber ensayado con su esposo, Miguel Varoni, la organización decidió de último minuto incluir a Maritza en la presentación.
“En ese momento su marido tenía el poder de poner y quitar personas en las novelas. Íbamos a presentar un premio en parejas icónicas, ya habíamos ensayado todo con Miguel Varoni (su esposo), pero al momento de salir me dijeron: ‘No, ahora va otra persona a presentar contigo’. Yo pregunté: ‘¿Quién?’, y me respondieron: ‘Maritza’, decidieron de último minuto que el grupo fuera de tres para incluirla”, recordó la actriz bogotana.
A pesar de estas tensiones pasadas, Siachoque dejó claro que su percepción de Sarah Mintz ha cambiado, señalando que, aunque la actriz fue difícil de tratar en el pasado, ahora es una persona completamente diferente y “maravillosa”. “Sarah, como es ahora, es una persona maravillosa, ha crecido mucho, pero cuando era Maritza era realmente difícil de tratar”, concluyó.
Por qué Maritza Rodríguez se cambió el nombre
La actriz barranquillera reveló en una entrevista con el programa Se dice de mí de Caracol Televisión los motivos que la llevaron a cambiar su nombre a Sarah. Desde su hogar en Jerusalén, Israel, Rodríguez compartió su transformación personal y espiritual, detallando cómo su búsqueda interior la llevó a tomar un nuevo camino lejos de la fama y la televisión.
Durante su primer viaje a Jerusalén, Maritza visitó la tumba de Abrahán, donde también está sepultada su esposa, Sarah, la matriarca bíblica. Fue allí donde sintió una conexión profunda con el nombre Sarah, un cambio que inicialmente resistió. “Este nombre me empezó a resonar en el oído y volví del viaje con esa idea de haber encontrado mi nombre real”, relató. Aunque al principio no quería aceptarlo debido a la historia de la matriarca que tuvo que esperar mucho tiempo para ser madre, Maritza finalmente se dejó llevar por la espiritualidad y la simbología detrás del nombre.
Curiosamente, ni ella misma había compartido su nuevo nombre, pero en un rodaje, su productor la llamó “Sarah” por accidente, lo que la dejó en shock. A partir de ese momento, las personas a su alrededor comenzaron a llamarla así sin que lo hubiera comunicado previamente. Fue entonces cuando Maritza aceptó el nombre como un mandato divino, comprendiendo que “los nombres son poderosos y te indican tu misión”.