Un sismo de magnitud 3.1 sacudió este domingo 15 de diciembre el municipio de Acandí, en el departamento de Chocó, según reportó el Servicio Geológico Colombiano (SGC).
El evento, clasificado como superficial debido a su escasa profundidad, no ha causado daños materiales significativos, según los reportes preliminares. No obstante, las autoridades invitan a la población a compartir sus experiencias a través de los canales habilitados por el SGC para contribuir al monitoreo y análisis de estos fenómenos naturales.
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Colombia: un país de alta actividad sísmica
La geografía colombiana, caracterizada por la interacción de tres placas tectónicas principales (Nazca, Sudamérica y Caribe), ubica al país en una de las zonas de mayor actividad sísmica del continente.
Esta dinámica tectónica explica la ocurrencia frecuente de sismos, particularmente en regiones como las costas del Pacífico y el Caribe, y en torno a las cordilleras que atraviesan el territorio nacional.
En promedio, Colombia registra aproximadamente 2.500 sismos al mes, lo que equivale a unos 80 al día. Sin embargo, la mayoría de estos eventos son imperceptibles para la población debido a su baja magnitud o gran profundidad. A pesar de esto, cualquier región puede experimentar un movimiento telúrico significativo, lo que subraya la importancia de la preparación y el conocimiento de los riesgos locales.
Prepararse para lo impredecible
Los sismos son fenómenos naturales impredecibles, y su ocurrencia no puede evitarse. Por ello, el enfoque debe centrarse en la prevención y la preparación. El SGC y otras entidades gubernamentales insisten en la necesidad de que los ciudadanos se informen sobre los riesgos específicos de la zona en la que viven y adopten medidas preventivas, como identificar lugares seguros en sus hogares y lugares de trabajo, y tener un plan de acción claro en caso de un temblor.
Entre las recomendaciones generales están:
- Durante el sismo: Mantener la calma, protegerse debajo de una mesa o estructura resistente, y alejarse de ventanas, espejos y objetos que puedan caer.
- Después del sismo: Verificar el estado de las estructuras, revisar conexiones de gas, agua y electricidad, y reportar emergencias a las autoridades correspondientes.
- Preparativos generales: Tener un kit de emergencias con agua, alimentos no perecederos, linterna, radio y documentos importantes, además de participar en simulacros y capacitaciones sobre gestión del riesgo.
- Tener en cuenta a las mascotas: Se recomienda guardar la calma y mantener a las mascotas en lugares seguros, así como garantizar su alimentación.
Una idea errónea que circula en la población es que últimamente está temblando más de lo habitual. Sin embargo, el SGC ha sido enfático en aclarar que no es así. La diferencia radica en que hoy en día contamos con tecnologías más avanzadas para detectar movimientos sísmicos y con canales de comunicación que permiten una difusión inmediata de esta información. Esto crea la percepción de un aumento en la actividad, pero en realidad refleja una mejora en las herramientas de monitoreo y análisis.
Un recordatorio constante
El reciente sismo en Acandí es un recordatorio de la necesidad de convivir con la realidad sísmica de Colombia. Aunque la mayoría de los movimientos telúricos son menores, el país ha sido testigo de eventos sísmicos de gran magnitud en su historia, lo que refuerza la importancia de no bajar la guardia y de promover una cultura de prevención en todos los niveles de la sociedad.
¿Qué hacer si se experimenta un sismo? Si se percibe el temblor, el SGC invita a reportarlo a través de sus plataformas oficiales. Cada reporte contribuye a mejorar el conocimiento sobre los efectos de los sismos en diferentes regiones y, por ende, a fortalecer las estrategias de prevención y mitigación en el país.