El 16 de diciembre, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, durante una intervención desde el embalse de Chuza —un embalse artificial que abastece de agua a Cundinamarca y Bogotá—, destacó la disminución del nivel del líquido, subrayando la llegada de los meses de sequía, especialmente en el contexto de la Navidad. Además, criticó la expansión urbana, sugiriendo que esta ha transformado la tierra en un negocio.
Adicionalmente, el jefe de Estado cuestionó la medida del racionamiento de agua aplicada en la capital para no comprometer los recursos hídricos de la ciudad. “Hoy tenemos un problema gravísimo, cuya solución solo se puede presentar a partir de cambiar estructuras, no solo coyunturas. No es racionar, aumentar el agua; es necesario gestionarla adecuadamente”, comentó el primer mandatario.
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El presidente Petro añadió que, para abordar la crisis del agua, es fundamental implementar una política dirigida hacia la protección de la selva amazónica, así como detener el crecimiento urbanístico desmedido. También destacó la importancia de mejorar las condiciones del río Bogotá, asegurando que se prohíban las actividades mineras aguas arriba y se evite cualquier acción depredadora.
Gustavo Petro de igual manera hizo un llamado a la unidad de Bogotá, y de las personas que habitan la Sabana, así como a los habitantes de los Llanos, para que se unan en la protección del agua. Aseguró que no se debe permitir que el recurso hídrico sea destruido en nombre de una riqueza que solo beneficia a los especuladores de la tierra en la Sabana de Bogotá.
“Bogotá, que son 8 millones, y la Sabana, 9 millones de personas, más la gente de los Llanos, nos podamos unir para cuidar el agua y no para destruirla, como está sucediendo en pos de unas riquezas que son de los señores especuladores de la tierra en la Sabana de Bogotá, que hacen crecer edificios y edificios y edificios”, dijo.
A lo anterior agregó que: “Y la autoridad no le dice que hay que frenar el consumo del agua, y se acabó el agua. bogotanos, en sus casas muy confortables, algunas pobres, otras que tienen que ir al baño con el balde de agua, como los campesinos de mi tierra, para atrás como el cangrejo. Y a la gente del Llano, porque el Llano, en el fondo, es nuestro futuro. Pero si se acaba, se acabó el Llano”.
El presidente también señaló que la crisis climática es producto de un modelo económico centrado en la explotación de recursos naturales, como el petróleo y el carbón. En su intervención, criticó la inacción de los grandes capitales a nivel global, asegurando que estos han sido responsables de no tomar medidas efectivas para frenar el deterioro ambiental.
“La codicia hace que para producir más, para ganar más, usen más energía basada en petróleo, carbón, y gas. El planeta se calienta y los grandes ricos de la tierra deberían pagarle a los pobres las consecuencias”, aseveró el primer mandatario colombiano durante su alocución.
Días antes de su alocución, ya había anunciado que se haría dicha intervención diciendo en su cuenta de X que: “He llegado al páramo de Chingaza, sus comunidades son muy amigas mías. Desde aquí y con la ministra de ambiente Susana Muhamad haremos una interlocución para toda Colombia sobre el balance de las cops de este fin de año y lo que nos espera en materia de crisis climática. La crisis del agua y las soluciones que ofrece el gobierno del cambio”
Y añadió en ese mensaje lo siguiente: “¡malaya sea! la actitud de parlamentarios que no ven que no se puede desfinanciar las bases mismas de la vida, pero como Bolívar sabremos todos que no nos detendrán las dificultades”.
Y es que, durante el año 2024, el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, protagonizaron varios intercambios de opiniones sobre el esquema de racionamiento de agua implementado por la administración distrital. Este plan se adoptó como respuesta a la crítica situación de los embalses, que mostraron niveles preocupantemente bajos.