Los problemas de herencia son una de las principales fuentes de conflictos familiares en Colombia, pues estos pleitos, a menudo, se alargan durante años, no solo por la complejidad legal, sino por las tensiones emocionales que desencadenan.
Incluso, en ocasiones, terceros intentan aprovecharse de las relaciones con los difuntos para reclamar propiedades y bienes que no les corresponden. Ese fue el caso que relató Maritza Tovar, colombiana radicada en Estados Unidos, sobre la mujer que, tras la muerte de su padre, intentó quedarse con la pensión que legítimamente correspondía a su madre.
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A través de un video que publicó en su cuenta de TikTok, Maritza Tovar compartió la historia de su padre, un hombre que, tras 37 años de matrimonio con su madre, fue seducido por una mujer con la que, en los últimos meses de su vida, comenzó a convivir.
La nueva pareja de su padre, quien tenía una relación de parentesco con el tío de Maritza, parecía tener un comportamiento problemático, pues según el relato, la mujer solía beber en exceso.
A pesar de la ruptura entre sus progenitores, Maritza destacó que su madre nunca dejó de mantener una relación cordial con su padre, llevándole comidas y estando presente en su vida; sin embargo, la situación cambió cuando su padre, a punto de jubilarse, cometió un error que tendría graves consecuencias: puso a su nueva pareja como beneficiaria de su pensión, lo que dio como resultado de esta acción sería un largo proceso legal que involucraría a toda la familia tras su repentina muerte a causa de un infarto.
“Mi papá ya estaba empezando a hacer todos los trámites y esta fulana hizo que la colocara como beneficiaria en la pensión para que si a mi papá le llegara a pasar algo, ella iba a ser la beneficiaria de eso, iba a recibir todo el dinero que mi papá construyó trabajando, moliéndose el lomo. Mi papá cometió el gran error de hacerlo”.
El relato de Maritza Tovar reveló las tensiones que se desataron luego de la muerte de su padre, pues mientras la familia estaba en medio del dolor por su pérdida, la amante comenzó a hacer reclamaciones, incluso antes de que se realizara el funeral.
Según el relato, la mujer peleaba por la billetera de su padre y, al poco tiempo, empezó a presionar para reclamar las cesantías y la liquidación de su difunto compañero.
El conflicto alcanzó su punto más álgido cuando la amante intentó reclamar la pensión del padre de Maritza Tovar. En ese sentido, para poder acceder a este beneficio, la ley colombiana exige que la persona que lo solicite haya convivido con el fallecido durante un tiempo en específico previo a su muerte.
A pesar de que la convivencia de la amante con el padre de Maritza fue menor a un año y medio, la mujer afirmó ante la corte que habían vivido juntos por más de nueve años; sin embargo, la jueza determinó que ninguna de las partes había logrado demostrar la convivencia requerida para ser beneficiaria de la pensión, por lo que se denegó su solicitud.
La historia no terminó ahí, pues a pesar de la sentencia, la amante no se dio por vencida y continuó con su proceso legal, cambiando de abogado en busca de obtener la pensión.
Durante años, la familia de Maritza no tuvo conocimiento de los avances de este proceso, ya que nunca recibieron notificaciones formales sobre las gestiones que ella estaba llevando a cabo.
Fue después de varios años, cuando Maritza decidió investigar el estado del caso, que descubrió que la mujer había continuado con su lucha por la pensión, pues con un nuevo abogado, Maritza Tovar y su familia iniciaron nuevamente un proceso legal, pero la situación no mejoró, dado que la jueza resolvió que, como en la primera oportunidad, ninguna de las partes había logrado demostrar la convivencia suficiente para ser beneficiaria.
“Ellos necesitaban haberle notificado a mi mamá de lo que ellos estaban haciendo, pues nunca recibimos ninguna notificación. Mi mamá nunca se enteró de que esta mujer había seguido con el proceso, no sabíamos nada, entonces lo que entramos fue otra vez a pleitear y se hizo una audiencia más, pero en esta audiencia lo mismo, ellos entraron a decir que no les correspondía porque ninguna de las dos había demostrado realmente cuánto tiempo habían convivido con él”.
Finalmente, después de años de pleitos legales, el caso se cerró, y la pensión quedó destinada a la entidad que administraba el fondo de pensiones, ya que el padre de Maritza Tovar había fallecido antes de cumplir con los requisitos para jubilarse y aunque la familia nunca recibió nada de ese dinero, el proceso continuó por años, afectando emocionalmente a todos los involucrados.