Una de las crisis que sacuden al Gobierno del presidente Gustavo Petro es la del sistema de la salud, que atraviesa por graves dificultades en materia de recursos y de atención, y que ha puesto en ‘jaque’ a las Entidades Promotoras de Salud (EPS), pues arrastrarían multimillonarias deudas, según han alegado por el desfase entre las obligaciones contraídas con los usuarios y los giros efectuados, a través de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres).
Pero, de acuerdo con la senadora del Centro Democrático y precandidata presidencial Paloma Valencia, hay otra “crisis explícita” que se avecina y que promete mover los cimientos del proyecto progresista, que es –ni más ni menos– la que se está gestando, según ella, en el sector energético. Y que ´podría traer serias repercusiones para el país, pues podría amenazar con atravesar una deficiencia en la prestación del servicio, sino se toman las medidas pertinentes.
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En su más reciente columna de opinión, titulada justamente La próxima crisis explícita: sector eléctrico, la congresista caucana, nieta del expresidente Guillermo León Valencia e integrante de la familia Laserna, hizo un recuento de hechos con los que, desde el Ejecutivo, se buscaría forzar el colapso del actual sistema y demostrar con ello su fracaso. “El Gobierno viene preparando una trama según la cual todo es causado por la participación de los privados”, afirmó la senadora.
Esto hace parte, de acuerdo con Valencia, con el modelo estatizador que desde la Casa de Nariño se busca implementar, y que según ella ya opera en los sectores de salud y pensiones.
“La crisis eléctrica de los años 90 fue el resultado de un país donde todo dependía del Estado. El sector eléctrico era 100% público, se tenían 103 agentes y el Estado gastaba el 24% de su presupuesto en atender la energía de los colombianos. Además, representaba más de un tercio del déficit fiscal y solo generaba 8 GW de capacidad instalada”, recordó la congresista opositora, que mostró su preocupación ante el escenario adverso que se avecina.
Paloma Valencia acusó a Gustavo Petro de forzar la crisis energética
En su exposición, la senadora Valencia explicó cómo luego del apagón de 1992 el mercado tomó recaudos para garantizar, además de la prestación del servicio, más competencia e inversiones, que de acuerdo con los datos que recopiló, alcanzaron los 30.000 millones de dólares y la participación de 298 agentes; además del pago de impuestos por más de 7 billones de pesos. “Hoy, el país genera 20 GW, un aumento del 150% frente a 1990″, precisó.
“Sin embargo, el panorama energético es preocupante. El déficit de energía eléctrica alcanzará el -3% en 2025, el -5% en 2026 y podría llegar al -12% en 2030″, denunció Valencia, que trajo a colación cómo desde las proyecciones causadas por el fenómeno de El Niño, en 2022, se le pedía al Gobierno nacional y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) tomar medidas para que se evitaran las “crecientes dificultades” del sector generador.
No obstante, en vez de eso, la senadora mencionó cuál fue la estrategia del primer mandatario. “Petro decidió no nombrar comisionados en la Creg y, mediante un decreto, habilitarse para definir las tarifas él mismo”, expresó Valencia, que agradeció consigo la decisión del Consejo de Estado de declarar nulo el decreto. Aun así, añadió, el gobernante sigue sin cumplir con las disposiciones del alto tribunal y no ha nombrado a los comisionados en mención.
En su análisis, resulta inquietante cómo han pasado dos años sin regulaciones al mercado y sus coyunturas, lo que hace que esté a la deriva. Y reveló que aunque el 68% de la generación de energía en Colombia proviene de hidroeléctricas, la dependencia de las térmicas, a gas y carbón, para abastecer la demanda, es importante, lo que aumenta los costos de producción. “La energía hidroeléctrica está contratada a largo plazo, con precios más bajos, mientras que en las térmicas solo el 4% es a largo plazo y el 96% depende del precio de bolsa, que es altamente volátil”, acotó.
Petro no quiso firmar nuevos contratos de exploración y explotación de gas
En su extenso artículo, Valencia también hizo énfasis en cómo, pues cuestiones de tipo ideológico, se ha tenido que importar gas, debido a que no se han firmado nuevos contratos de exploración y explotación del hidrocarburo. Además, acusó a Petro de estancar las inversiones en biocombustibles y la generación de energía solar y eólica, pues hay 13 proyectos detenidos por “tramitología”, que equivaldrían a una reducción de 2.595 MW.
“Este Gobierno ha ignorado al sector privado en la resolución de tensiones sociales asociadas a los proyectos y ha dificultado las consultas previas, agravando el problema. Pareciera que se deleitan con su fracaso, cuando es evidente que la falta de entrada de proyectos de energías convencionales y no convencionales pone en riesgo el sistema”, agregó la senadora del Centro Democrático, que habló cómo en la reforma tributaria del 2022 se incrementaron los impuestos al sector.
A lo que se suma que no se estarían pagando los subsidios de energía ni apropiando los recursos necesarios para el próximo año, y eliminó los incentivos para invertir en redes de transmisión. Y no dejó pasar el escándalo de las presuntas injerencias del hijo adoptivo del mandatario, Nicolás Alcocer Petro, y del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, en el caso de la hidroeléctrica de Urrá, “en donde se pierden recursos mientras allegados al petrismo acumulan fortunas”.
Por último, hizo referencia a cómo Petro se comprometió resolver el “difícil asunto” de la tarifa de energía en el Caribe, pero puso reparos, pues para ella apropiarse de Air-e sería un mal negocio. “Todo el sistema está en dificultades: generadores, transmisores, transportadores y comercializadores privados de energía. Y el gobierno, en lugar de planear mecanismos para mejorar, parece centrarse en tomar el control total del sector a través del Estado”, finalizó.