En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, la Guardia Civil española detectó el envío irregular de especias alimentarias procedentes de Colombia.
El operativo se llevó a cabo en la terminal aérea, donde los agentes detectaron el envío irregular, que tenía como destino una empresa distribuidora en Badajoz. Al inspeccionar la carga, los investigadores descubrieron que los envases tenían etiquetas falsas, empleando marcas comerciales colombianas registradas para simular su legalidad, según informó el Ministerio del Interior español.
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Durante el análisis preliminar, se confirmó la presencia de cocaína camuflada entre las especias. Esto llevó a la detención del responsable de la empresa destinataria y a la apertura de una investigación sobre dos de sus empleados.
Posteriormente, se envió la mercancía a un laboratorio de toxicología en Sevilla, donde se verificó que, mezclados con las especias, había 42 kilos de cocaína, equivalentes a unas 200.000 dosis.
Además, en la investigación también se identificó a una colombiana de Madrid, con vínculos familiares con el responsable del envío desde Colombia, así como a tres residentes de Málaga encargados de la logística y distribución de la droga en España.
La red criminal operaba enviando productos aparentemente legales como especias para introducir la cocaína en Europa. Una vez en España, los envíos llegaban a la empresa en Badajoz, donde la droga era extraída por miembros de la organización en Málaga, para luego ser distribuida por otras partes del país.
Gracias a la colaboración de las Unidades de la Guardia Civil de Madrid y Málaga, se logró desmantelar esta compleja trama delictiva, que involucraba a varios actores en distintas ciudades españolas. Tras ser puestos a disposición judicial, se decretó el ingreso en prisión para el responsable de la empresa distribuidora y para la mujer implicada. Ambos enfrentan cargos por transporte, recepción, distribución y tráfico de drogas, además de pertenencia a organización criminal.
La Guardia Civil española desarticuló una red criminal dedicada al tráfico de cocaína procedente de Colombia, que utilizaba botes de especias alimentarias para ocultar la droga. La investigación se inició tras la interceptación de un envío de 1.800 kilos de productos que aparentaban contener cúrcuma, pimentón y tomillo.
Un colombiano fue capturado en España mientras transportaba 675 kilos de cocaína
A principios de noviembre, la Policía Nacional de España, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, desarticuló una red de tráfico de drogas al incautar 675 kilogramos de cocaína en Estepona, municipio de la provincia de Málaga.
El cargamento llegó al Puerto de Málaga oculto entre un envío de piñas procedentes de Colombia. Tras el atraque del barco, la droga fue transferida a un camión para su transporte hasta una nave industrial en la capital malagueña.
Según los detalles proporcionados por las autoridades españolas el lunes 4 de noviembre, la operación resultó en la captura de cinco personas, entre ellas un colombiano, tres españoles y un ciudadano inglés, quienes trasladaban el alijo por vía terrestre hacia Málaga. El colombiano enfrentará cargos por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
La operación, bautizada como ‘Carpo’, se inició tras recibir información sobre una empresa que importaba cocaína camuflada en contenedores de frutas desde el Puerto de Manzanillo, cerca de Cartagena, Colombia. Con la colaboración de las autoridades colombianas, se identificaron los contenedores sospechosos que llegarían a Málaga.
Para garantizar la captura de los involucrados, la Fiscalía Antidroga de Málaga autorizó una entrega controlada, permitiendo a los agentes seguir el camión hasta Estepona.
El operativo, que involucró a más de 30 efectivos, culminó con la irrupción en la nave industrial, donde fueron arrestados los cinco miembros de la red de tráfico. Los detenidos, que desempeñaban diferentes roles dentro de la organización, fueron sorprendidos in fraganti mientras intentaban extraer la cocaína, que estaba distribuida en 585 paquetes, cada uno con más de un kilogramo de la droga.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Estepona dictó prisión provisional para todos los detenidos. Además de la droga, se incautaron una furgoneta y cinco teléfonos móviles. Este alijo se suma a otro reciente en el que se interceptó el mayor cargamento de cocaína de España, procedente de Ecuador y oculto entre plátanos, lo que revela una tendencia en el uso de frutas para el tráfico de estupefacientes.