Pese a encontrarse desde las montañas de Costa Rica hasta el norte de Argentina, los avistamientos de tigrillos entre montañistas son poco frecuentes, debido a su horario crepuscular, tamaño reducido y pelaje denso y lanudo.
Sin embargo, un grupo de aventureros, entre ellos la creadora de contenido especializada en turismo, gastronomía y comunidad Rosy Palma tuvieron a contados centímetros a un ejemplar de esta especie, en el municipio de Rio Sucio, Caldas.
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Mientras trataban de grabar a un grupo de colibríes, el felino, de igual tamaño a un gato doméstico, se vio atraído por una cabeza de pescado que dejaron sobre el tronco seco de un árbol. Pero, aun así, el encuentro no dejó de ser sorpresivo.
Asustada, Palma les preguntó a sus acompañantes si se encontraban en peligro, pero, con un tono calmado y bajo, ellos trataron de explicarle que era un encuentro poco probable, que harían bien en disfrutar, siempre y cuando no perturbaran al animal:
“Miren que precioso este tigrillo salvaje, completamente salvaje. Miren que animal tan lindo. Rio Sucio, Caldas, nos muestra algo precioso que nunca habíamos podido ver, un tigrillo en su ambiente 100% natural... esa piel preciosa de este animal, miren ¡Qué espectáculo! ¡Qué lindo!”.
Según la fundación Omacha, la especia “fue perseguida, en el pasado, al igual que el resto de tigrillos, por su piel. Sin embargo, la cacería por prevención (al considerarse predador de animales domésticos) persiste. La expansión agrícola, en los bosques nublados y laderas andinas, es su mayor amenaza”.
De ahí que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Iucn), el Ministerio de Ambiente y el libro rojo de mamíferos de Colombia lo encasillaran en la categoría Vulnerable (VU) en el 2017.
¿Cuántas especies se encuentran en peligro en Colombia?: esto dicen las cifras
Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Colombia cuenta con un total de 2.103 especies de plantas y animales amenazadas, incluidas 806 nuevas incorporaciones a la lista. Entre las especies en peligro se encuentran la palma de cera, el árbol nacional de Colombia, así como diversas especies de fauna y flora que enfrentan serias amenazas.
El Ministerio de Ambiente señaló que las principales amenazas para estas especies incluyen la deforestación de cuencas debido a la agricultura y la minería, la contaminación por vertimientos, el crecimiento urbano, la alta densidad poblacional y la reducción de humedales. Estas actividades humanas están impactando gravemente la biodiversidad del país.
En cuanto a la categorización de las especies, de acuerdo con la actualización de 2017, se detalló que 465 especies están en peligro crítico, 801 en peligro y 837 son vulnerables. Entre las especies de fauna amenazadas figuran el tití cabeciblanco, el pez sierra, la tortuga del río, el manatí amazónico y del Caribe, así como el bagre y la turpia real. En la flora, se encuentran especies como la guasca, el cerezo, el carreto, además de la emblemática palma de cera y el frailejón cabrera.
Particularmente, la palma de cera, declarada árbol nacional en 1985, es uno de los símbolos más representativos de la biodiversidad colombiana. Esta planta, que puede alcanzar alturas de más de 60 metros y vivir hasta 200 años, se encuentra principalmente en el departamento del Quindío, aunque también crece en otras regiones como Cundinamarca.
El informe también destacó que, de los 794 anfibios evaluados, un alarmante 93,8 % se encuentran en riesgo de extinción. Entre las especies más afectadas se encuentran la rana saltona de Villavicencio, las salamandras y la rana arlequín.
Tras siete años sin actualizaciones, esta nueva lista refleja un mayor conocimiento sobre la biodiversidad del país, lo que permitirá a las autoridades adoptar medidas para la protección de especies silvestres. Tal como expresó la ministra Susana Muhamad, este esfuerzo demuestra los avances en los estudios de biodiversidad en Colombia, lo que facilita la implementación de estrategias de conservación.
En total, Colombia alberga 75.157 especies diferentes, lo que resalta la importancia de tomar acciones urgentes para preservar su riqueza natural.