Las estafas digitales son un problema cada vez más común, especialmente en los servicios de mensajería instantánea y las redes sociales.
Catalina Alba, cocinera, autora y publicista colombiana, se unió recientemente a la lista de personas que han sido blanco de intentos de fraude. Sin embargo, la historia que compartió en un hilo de X (anteriormente Twitter) muestra cómo su astucia le permitió evitar caer en la trampa.
A través de capturas de pantalla, Catalina dejó ver cómo fue la conversación que sostuvo con un delincuente por WhatsApp, el cual trataba de sacar una suma de dinero por consignación, pero no logró llevar a cabo su cometido porque Alba fue más astuta.
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“Tengan cuidado con lo que sueñan porque se les puede hacer realidad. Yo, por ejemplo, siempre soñé que me pasara esto. Acompáñame a leer esta feliz historia”, escribió la creadora de contenido justo antes de publicar las fotos de la evidencia.
De acuerdo con las imágenes que compartió la influenciadora colombiana, todo comenzó cuando recibió un mensaje aparentemente enviado por un amigo cercano. En este, la persona solicitaba urgentemente una transferencia de dinero, utilizando un tono insistente y presionándola para que realizara la operación.
“¿Será que me puedes ayudar con un favor urgente? Es que necesito enviar un dinero ahorros Bancolombia. ¿No me puedes hacer el favor que yo más tarde te los envío?”, decía el mensaje número uno. En las fotos se ve que Catalina de inmediato contesta que sí le puede hacer la consignación, a lo que la supuesta amiga le contesta con la suma que requiere.
“Muchas gracias. Necesito 280 mil. Ahora te los envío, apenas me desocupe”, dijo el presunto estafador. Sin embargo, las sospechas por parte de Alba aumentaron cuando empezó a ver la insistencia con la que pedía el dinero, el número de la cuenta y el banco al que debía enviar; fue ahí en donde la historia empezó a dar un giro inesperado.
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la frialdad con la que el estafador respondió cuando Catalina intentó entablar una conversación más personal, pues le preguntó por una niña, su hija, para ver qué información le daba, algo que contestó con un simple “Muy bien” y seguido de una nueva insistencia para enviar el dinero.
En ese momento, Catalina le volvió a preguntar por temas personales, pues le mencionó a un hombre, al parecer su pareja, y recibió un mensaje como de molestia en el que indicaba que esa persona no contestaba el teléfono y que por eso acudió a pedirle el dinero a ella y que si no podía que se quedara tranquila, tratando de manipular la situación y que de esa manera consignara el dinero rápidamente.
“No, cómo se te ocurre, ya te transfiero”, contestó Catalina Alba.
Cuando el estafador recibió esa respuesta volvió a pedir que por favor le confirmara cuando hiciera el giro de dinero, pero a cambio de esa respuesta recibió una información que lo dejaría sin palabras.
“Oye, ¿si supiste?”, le preguntó Alba.
“Dime”, contestó la supuesta amiga.
Alba le compartió emocionada: “¡Me ascendieron!, ya no estoy en el área de data”, y la respuesta que obtuvo fue un escueto: “Ah, bueno, me alegra” y nuevamente pidió el dinero en la cuenta enviada.
Dándose cuenta de que algo no cuadraba y tratando de dejar en evidencia a los ladrones, Catalina decidió poner a prueba al estafador para también burlarse de lo que estaba tratando de hacer, pues ella ya sabía que se trataba de una estafa.
Es por esto por lo que le preguntó con un tono aparentemente casual: “¿A que no adivinas dónde me ascendieron?”. Como era de esperarse, la persona al otro lado del chat no tenía forma de responder y mientras le insistía por la consignación le preguntó por cuál era el nuevo puesto que había obtenido en su trabajo, intentando no levantar sospechas.
En ese momento, decidió darle un giro cómico a la situación. “Me ascendieron a la coordinación de delitos informáticos”, respondió con ironía la creadora de contenido digital, dejando claro que había identificado el intento de fraude. Y para rematar, le escribió: “¿Tan de buenas yo, no? Y tan demalas tú porque ya te estamos rastreando”.
Por supuesto, después de eso corrió a bloquear al contacto, pues en efecto no era la persona que decía y sí estaba buscando robarse el dinero. Después de que pasó por el episodio, la generadora de contenido compartió el momento en sus redes sociales para alertar a sus seguidores y expresarse.
La situación no solo generó risas entre sus seguidores, también sirvió como un recordatorio de la importancia de estar atentos ante este tipo de situaciones. Muchas estafas digitales se basan en la confianza implícita que se tiene hacia los contactos en aplicaciones como WhatsApp.