Hace o no daño comerse la rodaja de zanahoria del tamal: esto dicen expertos

En temporada decembrina el consumo del tamal se dispara en Colombia. Incluso, se realiza un Festival del Tamal en la capital colombiana, para impulsar uno de los platos de la gastronomía local más emblemáticos en la cocina local.

Sean de estilo tolimense, o hayacas santandereanas, o el tamal valluno, en términos generales esta preparación incluye una rodaja de zanahoria que parece que se agrega por tradición.

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Dicha porción del vegetal despierta la curiosidad de los consumidores porque algunos aseguran que este ingrediente absorbe gran parte de la grasa y otras sustancias durante la cocción del tamal, mientras que otros indican que se trata de una tradición.

Y ante la posición de que el consumo de la rodaja puede ser perjudicial para la salud, el chef Andrés Forero, del Politécnico Internacional, explicó en diálogo con La FM. que no existen evidencias científicas concluyentes sobre su impacto negativo, aunque dejó la puerta abierta para la creencia de la absorción de grasas.

“Es recomendable no comerse la zanahoria en el tamal porque absorbe toda la grasa, pero no es necesariamente perjudicial. Si alguien desea reducir la ingesta de grasa, puede optar por no comerla”, señaló Forero en el medio.

No obstante, de acuerdo con el medio internacional TastingTable, la zanahoria “además de aportar dulzor, son más alcalinas por naturaleza, lo que las hace ideales para neutralizar el exceso de ácido. Cuando se cocinan en un entorno ácido, las zanahorias pueden ayudar a cambiar el nivel general de pH de un plato, haciéndolo pasar de excesivamente ácido a más neutro”.

El tamal, preparado con carne de cerdo, pollo, huevo, arroz y masa, entre otros ingredientes, es un plato icónico en Colombia. Variedades como el tamal tolimense son muy apreciadas, especialmente entre colombianos en el extranjero. Sin embargo, la zanahoria, que en la preparación es un ingrediente pequeño pero esencial, no deja de despertar dudas sobre su consumo debido a la grasa que podría absorber.

“La zanahoria dentro del tamal no debería afectar significativamente el contenido calórico o graso del plato y, en cambio, aporta textura y sabor, balanceando la densidad de los ingredientes más grasos”, aclaró el chef.

Desde una perspectiva nutricional, la zanahoria es rica en nutrientes esenciales. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), citada por el medio, este vegetal aporta altas cantidades de vitamina A y carotenoides, incluyendo β-caroteno y α-caroteno, que ayudan al mantenimiento de la visión, la piel y las mucosas. Además, contiene luteína, vitamina C, potasio, hierro y pequeñas cantidades de yodo, que contribuyen a la salud general.

El tamal y la lechona son preparaciones emblemáticas del país. Tanto, que en algunos establecimientos de Bogotá y en algunos pueblos los mezclan en el mismo plato. Ambas recetas están presentes en celebraciones especiales como cumpleaños, matrimonios y fiestas navideñas.

Mientras el tamal es una opción popular para desayunos, acompañado de chocolate, pan y queso, la lechona suele servirse en almuerzos o cenas junto con arepa y gaseosa.

Aunque las medidas de ciertos ingredientes y formas de preparación pueden cambiar de un cocinero a otro, la Caracterización y Composición Nutricional de las Preparaciones Tradicionales de la Población Colombiana, del Icbf y la Universidad Nacional, indican toda la información de cada uno de estos alimentos,.

La lechona aporta por cada 100 gramos:

• 224 kilocalorías, 21,8 gramos de proteína y 7,3 gramos de carbohidratos.
• Minerales: 20 mg de calcio, 1,6 mg de hierro, 1,8 mg de zinc y 252 mg de potasio.
• Vitaminas: 86 ER de vitamina A, 0,25 mg de tiamina y 0,1 mg de niacina.
• Sodio: 452 mg; colesterol: 39 mg.

La lechona se elabora con cuero y carne de cerdo, arroz blanco, arvejas amarillas, ajo, cebolla larga, pimienta, comino y zumo de naranja agria, entre otros ingredientes.

Por su parte, el tamal, originario también del Tolima, contiene por cada 100 gramos:

• 108 kilocalorías, 5,7 gramos de proteína y 12,7 gramos de carbohidratos.
• Minerales: 65 mg de calcio, 0,5 mg de hierro, 0,6 mg de zinc y 131 mg de potasio.
• Vitaminas: 119 ER de vitamina A, 0,13 mg de tiamina y 0,1 mg de niacina.
• Sodio: 265 mg; colesterol: 26 mg.

El tamal se prepara con masa de maíz y arroz, mezclada con arvejas amarillas, pimentón, ajo, achiote y grasa de cerdo. El relleno incluye tocino, costilla, pollo, papa, zanahoria, huevo y cebolla larga, todo envuelto en hoja de plátano.

Según el documento el tamal tiene ventajas en términos de calorías, sodio y colesterol, lo que lo posiciona como una opción más saludable en comparación con la lechona.

Ambas preparaciones son ricas en proteínas y minerales, pero su consumo debe hacerse con moderación, dado su aporte calórico y graso.