A pesar de que el Reino de Tailandia ya había dado su beneplácito para que el escritor y abogado Daniel Mendoza fuera embajador de Colombia en su territorio, este decidió rechazar el cargo, luego de la lluvia de críticas que surgió en su contra por sus publicaciones en redes sociales, que hacen referencia a delitos sexuales contra mujeres y niñas. Según el exaspirante al puesto, el ser embajador habría significado una pérdida de libertad de expresión, algo con lo que cuenta siendo escritor.
“Aceptar esa embajada sería meter otra vez mi alma en la prisión en la que vivía cuando este cuerpo caminaba precisamente por los pasillos del club del moral (...). No me siento bien haciendo esto, pero debo declinar su honroso ofrecimiento”, precisó Mendoza.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Su decisión generó todo tipo de reacciones en el país político, sobre todo de respaldo, puesto que fueron muchos los congresistas, funcionarios y exfuncionarios los que rechazaron la posibilidad de su designación. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro mantuvo su apoyo al abogado hasta el último momento, insistiendo en que fue víctima de una campaña de desprestigio, pese a que no tiene ninguna denuncia por acoso sexual, pederastia o violencia contra la mujer.
“Las frases escritas de Mendoza, no son de acceso libre en emisoras y canales abiertos a cualquier público, pero transcritas a la red X, ¿tiene esta red formas de protección al menor? Ahora el debate abierto, sobre censura y libertad, protección de menores en la red, diplomacia de blancos que hablan bien, pero que la usan solo para ellos. De la palabra sin grosería, mientras su autor recorre barrios de niñas menores pobres para destruirlas y descuartizarlas en su apartamento”, afirmó el primer mandatario.
No obstante, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que la declinación del escritor fue acertada. “Yo creo que es una decisión acertada que el señor Daniel Mendoza deje en libertad al Gobierno. Se ha generado una controversia que yo creo que es justificada por las publicaciones de redes y los distintos hechos”, puntualizó el jefe de la cartera, en conversación con W Radio.
Indicó, además, que es un problema que manejan el canciller Luis Gilberto Murillo y el presidente de la República y que, tras la declinación de Mendoza, el debate que se formó en torno a la violencia de género, la misoginia y la pedofilia, quedó superado “para bien”.
La vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez, se pronunció con anterioridad sobre la polémica que surgió en torno a las publicaciones del escritor, instando al presidente Gustavo Petro a escuchar a la ciudadanía, que le estaba solicitando reconsiderar el nombramiento de Mendoza. Las voces más fuertes fueron las de las mujeres, que recordaron al primer mandatario la promesa que hizo en campaña de velar por la protección de sus derechos.
La jefa de la cartera aseguró que no tolerará los actos de misoginia, es decir, el odio hacia la mujer, ni las violencias patriarcales que el Gobierno nacional prometió eliminar. En consecuencia, no sería coherente que el Gobierno estuviera conformado por personas que no representan esa lucha que, más bien, la desdibujan.
“Las mujeres y las niñas, así como todas las personas, merecemos respeto y dignidad. Rechazo cualquier forma de violencia y discriminación y mucho más si está asociada a personas que ocupan u ocuparán cargos en este gobierno. Esto es una cuestión de principios y los principios no se negocian”, indicó.
El momento de referirse a su declinación, Mendoza envió un mensaje directo a la vicepresidenta, mencionando su primer libro, El Diablo es Dios, en el que yacen los apartados que publicó en sus redes y que detonaron toda la controversia. En la solapa del texto, se explica que la obra es un “coctel lacerante de sexo explícito, drogas, escatología, rock pesado, libertinaje y desvíos políticos y sociales”. Afirmó que el haber publicado las expresiones en X fue una estrategia de promoción del libro.