En las montañas que bordean la costa del Pacífico colombiano, se encuentra un pueblo que despierta la curiosidad por sus características poco comunes en la región.
Se trata de La Tola, un pequeño municipio en el departamento de Nariño, donde los habitantes tienen una particularidad que llama la atención: la mayoría de ellos posee ojos azules y piel clara, una anomalía genética en una zona predominantemente afrodescendiente.
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Este fenómeno ha desconcertado a muchos, ya que La Tola se encuentra en una región cuyo perfil étnico y cultural es en su mayoría afrocolombiano, con fuertes influencias de la cultura africana, lo que hace aún más inusual la presencia de estas características físicas. A lo largo de los años, se ha especulado sobre el origen de esta población con rasgos europeos, con teorías que van desde migraciones de antiguos marineros hasta la influencia de los vikingos, según lo dio a conocer Semana.
Ubicado a más de 100 kilómetros de la ciudad de Tumaco, La Tola ha estado relativamente aislado, lo que ha permitido que ciertas características físicas se mantengan a lo largo de generaciones. Esta localidad es conocida por su belleza natural, sus paisajes montañosos y la calidez de sus habitantes. Sin embargo, lo que realmente la distingue es la presencia de estos “vikingos” en un territorio donde se esperaba una mayor predominancia de características afrodescendientes, como piel oscura y cabello rizado.
Un fenómeno similar ocurre en la Isla Gorgona, ubicada también en el Pacífico colombiano, en el departamento de Cauca, donde la mayoría de los habitantes presentan características físicas poco comunes en la región, según señaló Tu Barco.
La isla, que fue conocida por ser una prisión de alta seguridad, ha sido testigo de una historia fascinante en la que las generaciones de habitantes de origen afrodescendiente han dado lugar a una población con ojos azules y piel clara, rasgos muy inusuales en una zona con un predominante mestizaje y población negra.
Los habitantes de Gorgona, al igual que los de La Tola, han generado muchas teorías sobre sus orígenes. Algunos sostienen que los antepasados de estos pobladores pudieron haber tenido vínculos con europeos, posiblemente marineros o colonos que llegaron al continente durante la época de la conquista o incluso antes.
Otros sugieren que la mezcla genética entre los indígenas, los esclavos africanos y los migrantes europeos resultó en una población con características físicas raras para la región.
El origen de los ojos azules y la piel clara de algunos de sus habitantes ha sido objeto de debate. Se cree que la presencia de estos rasgos podría deberse a los posibles encuentros entre los indígenas, los esclavos africanos traídos por los colonizadores y, más recientemente, la influencia de exploradores europeos, según han informado medios nariñenses.
Algunos creen que las características fenotípicas (características observables de un grupo de individuos) de los habitantes actuales de La Tola y Gorgona podrían ser el resultado de una mezcla genética poco frecuente entre los pobladores afrodescendientes y migrantes de origen europeo que llegaron en épocas pasadas.
Algunos lugareños, e incluso historiadores y antropólogos, han sostenido la teoría de que los vikingos pudieron haber llegado a la región durante sus incursiones por las Américas.
Esta hipótesis ha capturado la imaginación de muchos, especialmente porque algunas características de la población de La Tola y Gorgona se asemejan a los rasgos típicos de los pueblos nórdicos. Sin embargo, esta teoría sigue siendo incierta, ya que no existen pruebas concluyentes que la respalden. A pesar de ello, el mito de los vikingos ha persistido como una curiosidad popular, especialmente por la presencia de algunos apellidos europeos en la comunidad.
A pesar de las teorías sobre sus orígenes, La Tola y Gorgona siguen siendo comunidades orgullosas de su identidad y tradiciones. Sus habitantes, conocidos por su hospitalidad, continúan trabajando en la agricultura, la pesca y el turismo, áreas que sustentan la economía local. La convivencia de rasgos europeos y afrodescendientes en un mismo territorio ha hecho que estos lugares sean considerados ejemplos de diversidad cultural y genética, reflejo de la historia compleja y rica de la región.