La caída de la ley de financiamiento (reforma tributaria) del Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Peto, llevó al primer mandatario a criticar a los 17 congresistas que apoyaron la ponencia negativa que terminó tumbando la iniciativa y a romper las relaciones con las comisiones económicas del Congreso. Aseguró que los senadores y representantes a la Cámara que impidieron la aprobación del proyecto traicionaron a la ciudadanía y a los empresarios del país.
En la Asamblea Popular de la Democracia Energética en el Caribe, llevada a cabo el 12 de diciembre de 2024 en el coliseo de Comfamiliar de Barranquilla, el jefe de Estado advirtió serias implicaciones en materia económica para el país por cuenta del rechazo de la ley de financiamiento. Las consecuencias serían tan graves que Colombia estaría “al borde de un default”, lo que significa que el Gobierno no tendría capacidad para hacer pagos de deudas.
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Pero, su discurso no solo se quedó en advertir problemas financieros a futuro, ni en poner en duda los argumentos de los congresistas que votaron a favor el archivo del proyecto, sino que también los llamó “malditos” por, presuntamente, impedir el progreso de la población colombiana. “Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”, aseveró el presidente.
Sus declaraciones generaron molestia en algunos servidores públicos, que se pronunciaron al respecto, rechazando las calificaciones despectivas que hizo en su contra. El Partido Liberal emitió un comunicado condenando sus palabras y explicando por qué se cayó la iniciativa en el Congreso.
“El Partido Liberal rechaza que el presidente Gustavo Petro llame “malditos” a nuestros congresistas por haber votado en contra de su reforma tributaria disfrazada de ley de financiamiento, que pretende infringir más impuestos a los colombianos”, dijo la colectividad.
En consecuencia, exigieron respeto hacia la rama legislativa y hacia los congresistas que optaron por no apoyar la reforma tributaria, que consideraban perjudicial para la economía del país. De igual manera, recalcaron su rechazo por el calificativo que utilizó el presidente para referirse los senadores y representantes, puesto que palabras como la que utilizó se busca destruir a aquellos que piensan diferente.
“No trataremos de maldito al gobernante que por sus ideas deferentes y creencias pasajeras lleve a Colombia al retroceso, lo cuestionamos y lo derrotaremos en democracia (...). Colombia necesita equidad, igualdad y oportunidades para todos, no las maldiciones y la mezquindad por parte del presidente Petro”, concluyeron los integrantes de la colectividad.
Al igual que el partido político, el representante a la Cámara Jorge Méndez, de Cambio Radical, rechazó las palabras del jefe de Estado durante la sesión plenaria del 13 de diciembre de 2024, asegurando que pudo haber dado sus declaraciones bajo los efectos de algún tipo de droga. “Ya nuestro querido presidente, en medio, no sé, de alguna sustancia o alguna bebida que lo tiene alejado de la realidad, nos bautizó de malditos”, dijo.
En ese sentido, indicó que si el primer mandatario exige respeto, debe respetar a quienes lo rodean, así no estén de acuerdo con sus iniciativas y su gestión, como es el caso de los congresistas de su colectividad. Además, aseguró que su postura no está basada en supuestos ideológicos, sino en una evaluación de las iniciativas, pues no solo se ha opuesto a la tributaria de Petro, sino también a la que en su momento propuso el expresidente Iván Duque.
“Lo que tiene que hacer el Gobierno es dejar de malgastar la plata como lo está haciendo y poner a trabajar a los ministerios que tienen la más baja ecuación en la historia del país. Tienen casi 100 billones de pesos para ejecutar”, añadió.