La captura de tres suboficiales del Ejército Nacional, que fueron hallados responsables de la venta de armamento a integrantes de las disidencias de las Farc, generó polémica y rechazo, especialmente desde la misma institución.
A propósito, en la tarde del viernes 13 de diciembre de 2024, en medio del acto de ascenso al grado de coronel y capital de navío a un grupo de oficiales del Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, expresó su repudio al acto deshonroso de los uniformados capturados.
En medio del acto protocolario, en compañía de la cúpula militar, hizo un llamado vehemente a los altos mandos a que se haga seguimiento a los casos de corrupción que se gestan al interior de la institución.
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“‘Cero tolerancia a la corrupción’ no es una expresión. Cuando decimos que estamos comprometidos en la lucha por la transparencia no es simplemente una frase. Y en esta la invitación a todos los mandos, pero también a todos los ascendidos, a todos los oficiales de las Fuerzas Militares, y también a todos y todas integrantes de las fuerzas esta reiteración enfática: la lucha contra la corrupción tiene que ser de realidad y tenemos que desterrarla”, aseveró.
El ministro expuso que resulta “inadmisible” que integrantes de las Fuerzas Militares estén negociando armamento con el enemigo que, precisamente, ejecutan actos terroristas donde resultan afectados miembros de la institución y sociedad civil.
“Resulta inadmisible, como tuvimos oportunidad de conocerlo recientemente, que integrantes de las Fuerzas Militares estén en tráfico de municiones entregándole al enemigo las armas con las que matan a sus propios compañeros. Y esta es una declaración enfática, hay que tomar las medidas más drásticas contra estos que contribuyen con los asesinos a matar a sus compañeros”, apuntó.
Añadió que los comandantes tienen el deber de implementar todo el rigor contra los “enemigos internos” en las fuerzas armadas, “tenemos que impedir que hechos de esta naturaleza continúen”, puntualizó.
Este era el “negocio” que tenían tres suboficiales con las disidencias de las Farc
Los hechos a los que hace referencia el jefe de cartera tienen qué ver con el operativo realizado contra tres suboficiales del Ejército Nacional, que fueron detenidos el 12 de diciembre de 2024 en Cali, Bogotá y Tolemaida. Las capturas se llevaron a cabo tras una investigación de inteligencia que reveló su implicación en el tráfico de armas y municiones, las cuales eran vendidas a disidencias de las Farc.
Las autoridades determinaron que estos militares obtenían ingresos anuales que oscilaban entre $1.300 y $2.000 millones por estas actividades ilícitas. La Fiscalía General de la Nación lideró las diligencias que culminaron en las capturas, acusando a los implicados de fabricación, tráfico y porte de armas de uso restringido y privativo de las Fuerzas Militares.
El Ejército Nacional emitió un comunicado oficial en el que reafirmó su compromiso con la justicia y la transparencia, asegurando que colaborará plenamente con las autoridades judiciales para avanzar en las investigaciones penales pertinentes. Además, se iniciarán indagaciones disciplinarias y administrativas en las unidades involucradas en el caso.
“La institución seguirá comprometida con los principios de justicia y transparencia, brindando su total disposición para apoyar a las autoridades judiciales en el avance de las investigaciones penales que correspondan. De igual forma, dará inicio a las indagaciones disciplinarias y administrativas en las unidades implicadas en este hecho”, indicaron desde la institución.
La operación se desarrolló tras meses de investigaciones, en un contexto en el que el mayor general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional, había asumido el compromiso de erradicar las mafias que afectan a la institución. Esta promesa se hizo eco de la directiva del presidente Gustavo Petro, que habría ordenado que no se perdiera más armamento oficial.