No son buenas las noticias para el sector de los combustibles en Colombia, uno de los más importantes para la economía del país. El 13 de diciembre, así como otras actividades lo vienen experimentando desde hace meses, se conoció que el consumo de gasolina en Colombia durante 2024 experimentó una notable disminución en comparación con 2023, un hecho que dio a conocer la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce).
Según el análisis del gremio, la demanda hasta octubre de 2024 fue de 711,3 millones de litros (equivalente a 187,9 millones de galones), lo que representa una caída del 3,4% en comparación con el mismo mes de 2023, que registró una demanda de 736,6 millones de litros (194,6 millones de galones).
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
“Podemos comparar comportamiento del mercado de la gasolina corriente en octubre de 2024 con respecto a octubre del año anterior”, señaló Comce en el informe.
A pesar de la baja en el consumo, el precio de la gasolina corriente tuvo un incremento considerable. El Comce informó que el precio promedio nacional en octubre de 2024 fue de $15,828 por galón, mientras que en octubre de 2023 era de $14.227, lo que indica un aumento del 11,3%. El presidente del gremio, David Jiménez Mejía, se refirió a lo que pasa y habló de la elasticidad del precio de la demanda: “La elasticidad precio de la demanda durante este mes fue de -0,31, lo que indica que la demanda por estos combustibles en Colombia es inelástica”.
Factores económicos tras la disminución del consumo
El análisis de la Comce también resalta varios factores económicos y sociales que tuvieron un impacto en la demanda de combustible. La desaceleración del crecimiento económico afectó a la población, lo que obligó a muchos a reducir su consumo en bienes y servicios, incluyendo el combustible.
Además, la alta tasa de inflación (5,2% en noviembre de 2024, según el Dane) llevó a muchas personas a priorizar otros gastos más esenciales por encima de la compra de gasolina.
Otro factor relevante es el aumento en las tasas de interés que, según el informe, encarecieron el crédito, lo que limitó la adquisición de vehículos y afectó la demanda de gasolina.
El sector automotor también sufrió una disminución en la demanda, tanto de vehículos nuevos como usados, lo que contribuyó a limitar la circulación de automóviles y el consumo de gasolina.
Cambios de hábitos pospandemia y perspectivas futuras
La Comce también destacó que los nuevos hábitos de movilidad, surgidos después de la pandemia del covid-19, tuvieron un efecto considerable en la demanda de combustible. El teletrabajo, el uso de transporte público y los servicios de movilidad compartida son algunas de las tendencias que hicieron que se disminuya el uso de vehículos personales y, por ende, el consumo de gasolina.
A pesar de estos desafíos, la gasolina corriente muestra una resistencia en términos de teoría económica, ya que es un producto con poca elasticidad por su papel vital en la movilidad diaria.
“La demanda de combustible no cae en la misma proporción ante aumentos en los precios”, añadió la confederación, lo que es una señal positiva para el sector al garantizar un nivel sostenido de consumo en medio de la incertidumbre económica.
Qué se viene para los próximos meses
Para el futuro cercano, el presidente de la Comce, David Jiménez Mejía, mantiene una perspectiva optimista. Aseguró que con la estabilización de los precios y un entorno macroeconómico más favorable, se espera que la demanda de combustible recupere una trayectoria de crecimiento hacia 2025.
Jiménez puntualizó que el “Comce reafirma su compromiso de continuar trabajando para procurar la estabilidad y sostenibilidad del sector”.