Ana Llano aseguró ser víctima de abusos en la década de 1970, cuando era niña, por parte del entonces sacerdote Darío Chavarriaga, que habría aprovechado su posición de poder en el Colegio Mayor de San Bartolomé de Bogotá para acercarse a la familia Llano y así abusar de siete menores.
Con el paso de los años, la herida de los hermanos quedó sepultada por el silencio y el miedo, pero volvió a abrirse tras un episodio en el que Luis Fernando Llano decidió confrontar al sacerdote que lo había abusado mientras estudiaba becado en el colegio ubicado en la esquina suroriental de la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá.
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Los hechos en los que se relataban los abusos fueron puestos en conocimiento de Francisco de Roux, que ganó visibilidad en el país por haberse desempeñado como presidente de la Comisión de la Verdad, pero que en el momento en el que los hermanos Llano buscaron justicia por lo que vivieron, fungía como provincial de la comunidad jesuita Compañía de Jesús.
El problema, de acuerdo con Ana Llano, fue que Francisco de Roux no les brindó el apoyo necesario para buscar un castigo efectivo contra Chavarriaga.
Así lo dio a conocer en una entrevista para el pódcast Vos Podés dirigido por Tatiana Franko, en el que compartió detalles de cómo los hermanos Llano decidieron hacer públicos los abusos y el papel que ocupó de Roux.
La decisión de denunciar
En la entrevista, Ana Llano comenzó por explicar que fueron sus hermanos Sofía y Fernando los que tomaron la decisión de poner en conocimiento de las autoridades de la comunidad de los jesuitas lo que había pasado.
Acto seguido, se encontraron con Francisco de Roux, al que no conocían y al que Ana Llano describió como que siempre fue “muy amable”.
“Yo también le dije por encima que yo también fui abusada, él se sorprendió mucho y dijo que en nombre de la comunidad jesuita que nos pedía perdón y que si necesitábamos algún apoyo psicológico y espiritual que estaban ahí para ayudarnos”.
Luego de escuchar la respuesta del entonces provincial de los jesuitas, los hermanos Llano llegaron a la conclusión de que eso no reparaba lo que había sucedido, pues lo consideraron como “una palmadita en la espalda”.
“Si no lo repara, nosotros vamos a ir al Vaticano”, fue la respuesta de Ana Llano, que explicó su reacción: “Yo soy un poquito más explosiva y mi hermano es más tranquilo, le dije: ‘Vamos a ir al Vaticano, tenemos que hablar, esto lo tiene que saber todo el mundo’, y me trajeron agüita porque yo estaba muy exaltada”.
El pedido de de Roux
Ana Llano fue específica en asegurar que Francisco de Roux, a comparación de lo que ha aseverado, no les brindó el apoyo y acompañamiento que requerían en ese momento.
“Él mencionó que nos brindó todo el apoyo y acompañamiento de ahí en adelante y eso es mentira. Los mentirosos no heredarán el reino de Dios, dice la palabra. Él nos dijo a nosotros, categóricamente, nos dijo: ‘Por favor, déjennos tratar esto como la comunidad’”.
Según el relato de Llano, las pretenciones de Francisco de Roux fueron más allá, pues les pidió no contar su historia a los medios y que los dejaran investigar el caso de manera interna, lo que fue tomado como una orden.
“Esa súplica a través de un sacerdote es casi que una orden, básicamente. Yo volví y le dije: ‘Eso lo tiene que saber el Vaticano, entiéndame’. Mi hermano y yo salimos de su oficina y le decía: ‘Luisito, vámonos para Roma, arranquemos a Roma, hagamos algo’ y Luisito me dijo: ‘Esperemos a ver qué pasa, ya él nos dijo que iba a hacer algo, esperemos a ver qué pasa’”.
El tiempo demostró que a Darío Chavarriaga, aunque lo retiraron de su cargo en la Universidad Javeriana como decano de la Facultad de Odontología, le terminaron haciendo un homenaje público.
“Él en ese momento era decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Javeriana, lo sacaron de allí y dicen que lo metieron como a una habitación, lo sacaron de la comunidad y así fue, entre comillas, porque cuando a él lo sacan, a los meses la Universidad Javeriana le hizo un homenaje al depredador, al violador, al abusador. Todas estas fotos y demás condecoraciones aparecen en las redes sociales. Estoy hablando de 2014″.
“Yo lo abrazaría”
Ana Llano aseguró en la entrevista que con el paso de los años su fe se fortaleció, pero reconoció que ve tambaleando las creencias católicas de sus hermanos, en especial de sus hermanas, aun así, confesó que hoy abrazaría al que fue su abusador y lo perdonaría.
“Yo creo que yo lo abrazaría y lo perdonaría. Tal vez él fue abusado, tal vez él tuvo una niñez complicada, no lo sé, algo pasó en él porque era un hombre brillante, era un hombre carismático, un hombre alegre. Tal vez lo abrazo y le digo: ‘Lo perdono’. Y ojalá Dios haya tenido misericordia de él”.