Recientemente, se desató una polémica en redes sociales tras una serie de mensajes publicados por un usuario en X, bajo el nombre de “doria”, en los que hizo serias acusaciones contra el novio de la influenciadora Aida Victoria Merlano, Juan David Tejada. Este último, que es conocido por su actividad en el sector agropecuario y ganadero, fue señalado en el hilo por presuntos vínculos con actividades ilegales, especialmente con el “narcotráfico”. Las acusaciones llamaron la atención de la comunidad digital, al generar gran controversia.
El hilo comenzó con la revelación de supuestos procesos judiciales en contra de Tejada, que según la publicación datan de 2007. En las imágenes presentadas por el usuario, se incluyen documentos oficiales que muestran dos procesos judiciales abiertos en su contra, relacionados con delitos de “concierto para delinquir agravado” y “tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos”.
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Estas acusaciones, aunque no verificadas en su totalidad, causaron un gran revuelo en las redes sociales, donde la comunidad comenzó a especular sobre la veracidad de los datos expuestos.
En uno de los mensajes, el usuario afirmó que, en marzo de 2023, se confirmó la existencia de estos procesos judiciales en los que Tejada supuestamente estaba involucrado. La publicación incluyó imágenes de documentos legales, entre ellos una notificación de la custodia judicial, lo que aparentemente corroboraba el señalamiento de que Tejada tenía antecedentes en la justicia.
Además, el usuario de X denunció que el novio de la creadora de contenido era propietario de un “lavadero de carros” en Popayán (Cauca), el cual había sido cerrado por “depuración”, y sugirió que dicho establecimiento estaba vinculado con “actividades de lavado de dinero”.
El vínculo con Aida Victoria Merlano
Uno de los puntos más comentados fue la relación entre Tejada y Aida Victoria Merlano, que recientemente terminó su noviazgo con el conocido streamer paisa Westcol. La influenciadora, hija de la exsenadora Aída Merlano Rebolledo, fue objeto de atención mediática en los últimos años, en gran parte debido a los escándalos políticos que rodean a su madre.
La barranquillera, por su parte, mantiene su vida personal como un tema recurrente en sus redes sociales, donde compartió, entre otras cosas, el costoso regalo que su actual pareja le hizo: un caballo de raza paso fino valorado en 100 millones de pesos.
El usuario de X, en su hilo, sugirió que la fuente de ese dinero podría estar relacionada con presuntas actividades ilícitas, específicamente el “narcotráfico”, mencionando que el origen de dicho capital podría provenir de allí. “Doria” también añadió que Tejada posee un negocio de lavado de dinero en Popayán, donde aparentemente opera un establecimiento de lavado de autos, lo que reforzaba la teoría de su implicación en actividades delictivas, como se mencionó previamente, pues lo señala en repetidas ocasiones.
Tejada también fue señalado en el hilo por una presunta afiliación al Sisbén, donde se le mencionó en el grupo B5 —población en pobreza moderada—, lo que según el usuario indicaría que Tejada estaría recibiendo subsidios del gobierno al hacerse pasar por una persona de bajos recursos.
Por otro lado, el usuario también destacó que Tejada estaría involucrado en una presunta “inhabilidad para contratar con el Estado”, lo cual generó un nuevo frente de discusión. Este tipo de sanciones, cuando se aplican a una persona, suelen estar relacionadas con conductas ilícitas o con vínculos con prácticas de corrupción, lo que añadiría más peso a las acusaciones.
Al consultar la página oficial de la Rama Judicial con los datos proporcionados por el usuario de X, se confirma que efectivamente existen procesos judiciales en curso relacionados con Juan David Tejada, aunque el “agropecuario” —como lo llama su novio— no ha salido a hablar sobre su vida judicial.
Los documentos disponibles en la plataforma oficial muestran que los procesos fueron abiertos en diferentes juzgados, como en Cali, Popayán e Itagüí, lo que parece respaldar la información presentada por el usuario, como que en el pasado estuvo “privado de su libertad”, aunque la interpretación de estos documentos debe ser tomada con cautela hasta que se cuente con una confirmación oficial de las autoridades competentes.