Colombia enfrenta una crisis energética que podría llevar a un racionamiento de gas y energía en los próximos años, según declaraciones de Stella Murgas, presidenta de Naturgas.
Durante un encuentro en el club Campestre de Medellín el miércoles 11 de diciembre, Murgas destacó la necesidad de desarrollar infraestructura para evacuar la oferta de gas en la costa Atlántica, que concentra la mayor producción de gas del país. Esta situación se agrava por el agotamiento de las reservas en Cusiana, tras 38 años de explotación.
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“En la costa Atlántica está concentrada la mayor oferta de gas de los próximos años. En el interior del país, las reservas en Cusiana, que ya va a cumplir 38 años de explotación, se han agotado”, dijo Murgas.
El país se encuentra importando gas desde el 2024, lo que ocasionaría que se tenga dependencia de las importaciones que según los diferentes gremios energéticos se subiría al 13% en 2025.
“Nuevas fuentes de gas requieren nueva infraestructura que permita evacuar la oferta y abastecer los principales mercados del país”, afirmó Stella Murgas.
Este aumento podría elevar los costos de la cadena productiva y, por ende, el costo de la canasta familiar. Las políticas de transición energética del gobierno de Gustavo Petro han sido criticadas por implementarse sin contar con reservas adecuadas, lo que incrementó la dependencia de las importaciones.
Así mismo, los gremios también advirtieron sobre la posibilidad de que se llegue a los años 90 cuando el presidente Cesar Gaviria implementó un racionamiento energético en todo el país que fue conocido como “la hora Gaviria”.
Entre tanto, el déficit energético proyectado por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para 2025-2027 es de 148 megavatios, lo que podría llevar a un racionamiento similar al que enfrenta Ecuador. La falta de capacidad en la generación térmica, la escasez de energía eólica y las limitaciones de los embalses hidroeléctricos son factores que agravan la situación.
Como soluciones a corto plazo, se propuso agilizar los permisos ambientales para la construcción de plantas térmicas junto a las instalaciones de gas existentes. Sin embargo, la última resolución de la Creg desincentivó la generación en plantas térmicas e hidroeléctricas, generando contradicciones en las políticas energéticas del país.
La costa Atlántica juega un papel crucial, ya que el gas extraído en esta región ha sido clave para evitar apagones en los últimos años. No obstante, la falta de infraestructura adecuada para transportar este gas a los principales mercados del país sigue siendo un desafío crítico. Murgas enfatizó la importancia de nuevas infraestructuras para evacuar la oferta y abastecer los mercados principales.
“Con el gas que se ha extraído en la Costa Atlántica, desde Coveñas hasta Barranquilla y la Guajira, es que Naturgas ha evitado el apagón en estos últimos años en el país”, afirmó la presidenta de Naturgas.
Durante el encuentro, se sugirió también lanzar campañas de ahorro energético a nivel nacional para evitar un escenario de racionamiento severo. La situación energética de Colombia es crítica y requiere acciones inmediatas para mitigar los riesgos de racionamiento en el futuro cercano.
Preocupación por intervención en precios que amenaza la transición energética de Colombia
Los gremios del sector energético y gasífero en Colombia expresaron su preocupación por la Resolución Creg 101 066 de 2024, que propone intervenir en la formación de precios en el mercado de la bolsa de energía. Según estos agremiados, la medida podría comprometer la seguridad energética del país y aumentar el riesgo de racionamientos en los próximos años.
El Comité Intergremial de Energía señaló que la intervención podría agravar los retrasos en proyectos de generación eléctrica al alterar las señales del mercado. Esto, advierten, empeoraría las condiciones de abastecimiento, especialmente ante un déficit de energía firme proyectado para el periodo 2026-2027, según datos de la Upme y XM.
Además, los gremios argumentan que la medida desincentiva la contratación a largo plazo, crucial para la viabilidad de proyectos de energía renovable y la estabilidad de precios para los usuarios finales. La falta de incentivos podría frenar la inversión en futuros proyectos, lo que consideran un retroceso para el sector eléctrico colombiano, históricamente caracterizado por señales claras de expansión.
El comité también destacó que la resolución podría contradecir los objetivos de la transición energética en Colombia. La competitividad de tecnologías de costos variables bajos, como la solar, eólica, hídrica y el carbón, se vería afectada debido a remuneraciones más bajas en el Cargo por Confiabilidad y un aumento en los riesgos asociados a nuevos proyectos de expansión.
Otro punto de preocupación es la posible pérdida de la señal de escasez, que permite preservar los recursos energéticos en épocas de sequía. Esto, sumado al retraso de proyectos y subastas, podría mantener al sistema eléctrico en una situación de estrés, con el riesgo de desabastecimiento de energía.
Los gremios subrayan que la coyuntura de precios está vinculada a la falta de oferta de energía y de mecanismos e incentivos de contratación a largo plazo. Para mejorar la eficiencia en precios, consideran esencial desarrollar más proyectos de generación de energía eléctrica, lo cual se vería afectado por los términos de la resolución.
Finalmente, los gremios solicitaron una revisión integral de la resolución antes de su implementación, advirtiendo que una señal regulatoria de este tipo, sin un análisis exhaustivo de impacto normativo, podría poner en riesgo un sistema que ha funcionado durante los últimos 30 años.