En medio de la audiencia que define si Sandra Ortiz va o no a la cárcel, el abogado penalista Oswaldo Medina, defensor de la exconsejera presidencial para las regiones, expuso serias irregularidades en el caso que enfrenta su clienta, acusada de presunto desplazamiento criminal junto al exsubdirector de la Unidad de Gestión del Riesgo (Ungrd), Sneyder Pinilla.
Medina argumentó que Pinilla habría mentido sobre los encuentros con Ortiz, supuestamente utilizando lugares sin cámaras para evitar dejar registro de sus acciones, en medio del escándalo de corrupción en la Ungrd.
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Durante su intervención, el abogado Medina afirmó: “Sencillamente este hecho no existió, por lo tanto, los elementos 15 y 16 no acreditan el desplazamiento que dijo la Fiscalía, realizó Snyder”
Medina continuó explicando cómo este presunto camino clandestino, utilizado para ocultar el accionar criminal, fue desmentido por las pruebas presentadas. “Este fue el supuesto, el llamado camino clandestino supuestamente usado por Sandra para ocultar su presunto actuar criminal. Señora juez, si usted revisa la misma diapositiva, no existe tal camino clandestino, ese camino tenía cámaras y ese camino que supuestamente utilizaron es en la salida de los ascensores de servicio, conforme el informe presentado por la misma fiscalía, existían cámaras de video hacia el sótano 1, por tanto, Snyder Pinilla mintió nuevamente para obtener beneficios”.
El defensor concluyó destacando la falta de pruebas contundentes en el caso y la necesidad de una revisión más rigurosa por parte del tribunal para esclarecer la situación. La defensa mantiene su postura en que las acusaciones basadas en testimonios falsos y evidencias insuficientes deben ser descartadas.
Sobre la residencia en el Hotel Tequendama y los delitos imputados a Sandra Ortiz
En una reciente entrevista con W Radio, Sandra Ortiz rompió su silencio y abordó las acusaciones que la vinculan al caso, explicando las razones detrás de su residencia en el emblemático Hotel Tequendama de Bogotá mientras desempeñaba su cargo público como consejera presidencial para las regiones.
Ortiz argumentó que su estancia en el Hotel Tequendama fue motivada por la necesidad de hospedaje durante su trabajo en Bogotá, ya que es originaria de Boyacá. “Yo vivía ahí porque no soy de Bogotá. Soy de Boyacá y, para poder quedarme en la capital, opté por alojarme en el hotel, donde ofrecían un descuento especial a los funcionarios del Gobierno”, explicó. Aunque negó cualquier vínculo con actividades ilícitas, reconoció que durante su estadía coincidió en varias ocasiones con Olmedo López, ex director de manejo de desastres de la Ungrd, así como con Sneyder Pinilla.
A pesar de sus explicaciones, la Fiscalía mantiene que existen suficientes pruebas que vinculan a Ortiz directamente con la trama de corrupción. Los fiscales sostienen que no solo actuaba como emisaria de los fondos ilegales, sino que también tenía pleno conocimiento de la estrategia criminal detrás de la operación.
En la audiencia de imputación realizada el 29 de noviembre, Ortiz se declaró inocente ante los cargos de lavado de activos y tráfico de influencias de servidor público. Sin embargo, las acusaciones de la Fiscalía continúan centradas en una reunión celebrada el 11 de octubre de 2023, cerca del Hotel Tequendama, en la que se habría acordado la distribución de fondos irregulares.
Ortiz enfrenta severas penas, que van de 10 a 30 años de prisión, en caso de ser condenada. Las pruebas técnicas, como el rastreo de celdas de telefonía celular, así como los testimonios de exfuncionarios de la Ungrd, refuerzan las acusaciones en su contra. Su participación, según la Fiscalía, habría sido clave en la transferencia de recursos a dirigentes políticos, incluido el expresidente del Senado Iván Name, por un monto de aproximadamente 3.000 millones de pesos.