“No creo que Fabio Ochoa sea gestor de paz”: abogado del exmiembro del Cartel de Medellín habló del inminente regreso a Colombia

En entrevista con Infobae Colombia, Gustavo Salazar, encargado de representar los intereses del confeso narcotraficante, insistió en la teoría que contra su defendido se adelantó un plan para incriminarlo por una serie de delitos por los que estuvo vinculado a procesos judiciales durante 34 años

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Fabio Ochoa Vásquez, cabeza del
Fabio Ochoa Vásquez, cabeza del Cartel de Medellín, fue condenado a 30 años de prisión Estados Unidos - crédito Colprensa

Luego de pagar más de un cuarto de siglo de condena en una cárcel de Estados Unidos, Fabio Ochoa Vásquez recuperará su libertad. Uno de los personajes icónicos de una de las estructuras criminales más de Colombia, como el Cartel de Medellín, y viejo aliado del capo Pablo Escobar Gaviria está listo para regresar a su natal Antioquia: con 67 años a cuestas y tras someterse a las autoridades colombianas y estadounidenses para purgar todos los delitos, en un juicio que aún es recordado.

El haber cumplido dos terceras partes de la pena, le permitirá a Ochoa Vásquez iniciar los trámites para reintegrarse a la sociedad, por lo que fue trasladado a una cárcel de baja seguridad en Michigan, al no haber ya un sustego legal para continuar en un centro de reclusión en suelo norteamericano. La sentecia que recibió en 2003, a 30 años de prisión, luego de haber sido extraditado el 8 de septiembre de 2001 a EE. UU., ya está saldada, y será cuestión de semanas para su deportación.

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El hijo del caballista y ganadero Fabio Ochoa Restrepo, y miembro de un clan que estuvo asociado con uno de los hombres más sanguinarios del país, junto a sus hermanos, Jorge Luis y Juan David, quiere disfrutar de lo que le resta de vida al lado de sus seres más queridos y desarrollar la faceta de inventor con la que busca, en la actualidad, el aval para dos patentes ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

En entrevista con Infobae Colombia, Gustavo Salazar, que es el encargado de representar los intereses del confeso narcotraficante, habló de la actualidad de su cliente y de cómo lo considera un ejemplo en materia de sometimiento a la justicia, pero sobre todo, de transformación. Además, reiteró la posición acerca de cómo contra su defendido se adelantó un plan para incriminarlo, por una serie de delitos por los que estuvo vinculado a procesos judiciales durante todo este tiempo.

Fabio Ochoa Vásquez, uno de
Fabio Ochoa Vásquez, uno de los exmiembros del Cartel de Medellín, fue implicado en el asesinato de Barry Seal, un piloto que trabajaba para el cartel y se convirtió en informante de la DEA - crédito Colprensa

Infobae Colombia: Tenemos entendido que Fabio Ochoa ya recuperó su libertad. ¿Cómo es el proceso para que vuelva al país?

Gustavo Salazar: sí, la condena física del señor Ochoa ya pasó de un más de cuarto de siglo, como quiera que fue capturado en octubre de 1999 y estamos a diciembre de 2024, ha empezado su año número 26. Por eso es que está en trámite de llegar a Colombia, porque ha sido pagada en la medida, insisto, que fue condenado a 30 años. El 85% de 30 años es 25 años y algo. Entonces, efectivamente él está libre en Estados Unidos. Está en el tema de administrativo que ya tiene que ver con las cárceles de paso, pero él no está en calidad ya de recluso.

¿Su caso actualmente sería algo similar a lo que tuvo que pasar Salvatore Mancuso antes de volver a Colombia?

No creo. Lo de Mancuso fue distinto, porque había otras pretensiones: el quería irse a Italia, hijo de italianos y tiene pasaporte italiano. No quería venir a Colombia. En principio se sufrió un proceso de extradición. En el caso de Fabio no, porque es un caso de deportación, no es de extradición. Debería ser un tema de días y de horas. Pero no es igual al caso de Mancuso. Y hay que tener en cuenta que Fabio no desea o no ha sido nunca su intención quedarse en Estados Unidos.

¿Qué procesos cursan actualmente contra Fabio Ochoa o si ya con esta condena paga en Estados Unidos ya quedo libre de cualquier culpa?

Él se sometió a la justicia el 18 de diciembre de 1990. Pagó su pena, que fue aproximadamente de unos cinco años. Salió libre en 1999, pero fue recapturado en 1999. Por tanto, él no tiene ninguna solicitud por autoridad competente. Se creyó en un principio que tenía otros cargos, pero era un homónimo: Fabio Ochoa Vasco.

Se habló de la forma en que Fabio Ochoa Vázquez afrontó este proceso en Estados Unidos, pues decidió ir a juicio aun cuando pudo buscar beneficios. ¿Usted cómo analiza esa situación?

Cuando se me hizo la consulta, yo siempre le dije que era un suicidio irse a Estados Unidos a enfrentar la justicia. Siempre advertí que era mejor una negociación, llegar a un acuerdo. Los abogados prefirieron irse a juicio. Hubo un desgaste económico y emocional para él, y jurídico para el Estado. Nunca estuve de acuerdo, pero es lo que yo dije en su momento. Fue mi asesoría, mi punto de vista y la historia me terminó llevando a una conclusión de que si hubiera actuado como lo han hecho algunos en los últimos 20 años, Fabio hubiera estado ya en Colombia; al menos desde hace cinco años.

Gustavo Salazar, abogado de Fabio
Gustavo Salazar, abogado de Fabio Ochoa Vásquez y otros capos del narcotráfico en Colombia - crédito Colprensa/ElAnecdotariodelamafia

¿Qué se puede mencionar de las circunstancias en las que retornará al país?

Las personas cercanas a Fabio Ochoa me lo comunicaron: que ellos estaban preparados para que, a principios y finales del 2024, o principios del 2025, estuviera aquí y se han cumplido los tiempos. Entonces ellos albergaban la esperanza, porque ya lo sabían desde hace año y medio: que terminando el 2024 y empezando el 2025, Fabio recuperaría la libertad y la gente del entorno así me lo hizo saber.

En el caso de Fabio Ochoa, ¿podemos inferir que Fue una persona que cumplió con su pena y que puede llegar al país, digámoslo así, con su conciencia tranquila?

Considero que llega muy bien, porque es una persona que no tiene cargos en Colombia. Ya sí se sugiere que puede en algún momento gestor de paz, no creo, porque la historia de paz implica la persona que todavía tiene estructura y conocimiento, y que está en un proceso de sometimiento. Él ya tiene su paz y salvo de la justicia colombiana y la justicia norteamericana y se dedicará a disfrutar de sus hijos, su esposa, su familia y sus amigos. Y a vivir la buena vida, porque él es un hombre de buen comer, buen pasar y buen vivir. Es un todo un doctor.

Fabio Ochoa y la forma en la que se desmarcó del Cartel de Medellín

También se ha hablado de la forma en la que Fabio Ochoa se relacionó con el Cartel de Medellín, precisamente con Pablo Escobar. Tenemos entendido que al final de esa era él terminó distanciado de Pablo y que estuvo en desacuerdo con los actos que se cometieron durante esa época...

Totalmente de acuerdo. El único que sugirió en su momento, equivocadamente, no sé, por motivos más económicos que otros, fue el señor John Jairo Velásquez Vázquez, alias Popeye; en el sentido de afirmar que los Ochoa participaron en actos criminales. Conozco a Fabio Ochoa y es el hombre más pacífico, más decente y más querido. De conversación exquisita, de un trato respetuoso y una forma de comportarse especial.

Es una persona culta, con una buena cultura y buenos modales. Es imposible pensar que Fabio –y nunca la justicia lo ha probado–, haya estado en actos terroristas o que tengan que ver algo distinto al narcotráfico que ya ha pagado.

Se le relacionó con el grupo Muerte a Secuestradores (MAS) y otras estructuras que, según dice, se crearon durante la época oscura del narcotráfico...

Si eso hace más de 40 años. Pero no fue Fabio precisamente el que lideró y paradójicamente, lo fue Pablo. Él no lo habría hecho. Ha sido un hombre, por lo que conozco de su trato, comunicación y por terceras personas, y por su entorno es el más caballero, el más señor y el más callado de los Ochoa. Y no tiene jamás comportamientos violentos; al contrario, es una persona bastante jovial.

En el entorno de Fabio Ochoa. ¿Qué tipo de preocupaciones existen ante este inminente regreso al país?

No creo que tenga ningún inconveniente. Sé que, por ejemplo, que el compañero de Natalia París, Julio César Valdés, alias Julio Fierro, fue sometido injustamente a un proceso y le costó la vida, por cuenta de unas declaraciones. Pero Fabio no creo que ni la familia, ni Jorge Luis, que es el que vive porque murió Juan David... Entonces nocreo que tenga ningún temor. Fabio es un hombre que es más de amigos que enemigos, ha sido un conciliador. Si el Cártel de Medellín tuvo conciliadores en el ala pacífica, se llamaba y se sigue llamando Fabio Ochoa Vásquez.

Fabio Ochoa protagonizó una de
Fabio Ochoa protagonizó una de las etapas más violentas en el país - crédito Jesús Avilés/ Infobae

¿Qué podemos decir de cómo era el ala ‘pacífica’ del Cartel de Medellín y, del mismo modo, el ‘ala terrorista’ de la organización?

Eso está claro que hubo diferencias distancias entre Pablo, no solamente en el tema de los extraditables y que se fueran a cárceles distintas. Se sometieron sin que terminaran todos los decretos que favorecían a Pablo, que era el que tenía cargos graves de homicidio y secuestro, etcétera. No Fabio. Inclusive fue el hombre que más creyó en la política de sometimiento; tanto es que este 18 de diciembre se cumplirán 34 años de haberse sometido a la justicia. Se sometió un 18 de diciembre de 1990. Desafortunadamente para él ha pasado la mayor parte de su vida, más de la mitad, en prisión.

¿Nota usted en su conducta, en su comportamiento, cierto arrepentimiento por su participación en actividades de narcotráfico y en especialmente en el Cártel de Medellín?

Sí. Lo que se dice es que se dedicó a estudiar, a leer, a hacer inventos y a tener algunas inversiones. No las conozco, pero eso se me ha dicho. Ese es un hombre completamente redimido y creo que va a tener una buena vejez porque es un hombre muy conservado, muy tranquilo. Pienso que los últimos años de su vida, de la larga vida que le deseo, va a estar con los suyos: con su ‘mona’, con sus hijos y con sus amigos, que tiene varios.

¿Qué tan cierto es que Fabio Ochoa regresará al país a disfrutar del fruto de sus actividades relacionadas con el narcotráfico?

De las personas que hablan de la fortuna de Fabio, que sepan que ni los grupos investigadores ni el CTI y organismos de seguridad han podido detectarle. Lo que el mito dice –es que aquí los mitos son muy grandes alrededor de la plata– es que tiene muchos bienes y que llega con una gran fortuna. No. Llegará para vivir bien, pero eso no es cierto: no conocen bienes, ni procesos de extinción directamente. Aquí somos muy dados a a juzgar, a condenar y, sobre todo, a opinar de temas que no conocemos muy del ser humano.

Fabio, Jorge Luis y Juan
Fabio, Jorge Luis y Juan David Ochoa Vásquez, en la cárcel de Itagüí en donde estuvieron recluidos en 1991 - crédito suministrada a Infobae Colombia

¿Podríamos decir que el caso de Fabio Ochoa es como un caso de ejemplo para futuros procesos en los cuales se quiera someter a estructuras que estén dedicadas al narcotráfico en Colombia?

Sí, porque hay que decir una cosa muy clara; Fabio Ochoa fue tal vez un narco del cartel de Medellín que fue víctima de la reimplantación de la extradición y estoy convencido de que fue víctima de un entrampamiento. Es decir, que el señor Alejandro Bernal Madrigal, alias Juvenal, como testigo de la DEA, vino a Colombia, y le sugirió un caso muy parecido al de (Jesús) Santrich. Un parecido entrampamiento, porque en el de Santrich hay algo de cierto, pero no todo...

¿De parte del Estado se hizo una especie de trampa para que Fabio Ochoa cayera en esa red?

No me queda la menor duda que, y lo dije en su momento, que el señor Juvenal vino con la finalidad de hacerle una celada a Fabio. Ese es mi punto de vista. ¿Por qué? Pues es que el expediente, a mí me lo dijo un personaje en Miami, lo demostró: que le pusieron unos micrófonos y estoy seguro que estuvo en Bogotá, más llevado por el engaño que por la voluntad, y el deseo de seguir siendo narcotraficante. Estoy casi convencido que así eso ocurrió.

En ese orden de ideas, ¿de qué forma hubo personas que ofrecieron información a autoridades de Estados Unidos con tal de inculpar a su cliente?

Lo dije antes del juicio y en el juicio en el 2003 fui uno de los que dije que probablemente sería en su contra testigo Juvenal. Así terminó. Y creo que que ahí hubo traición. No tengo otro punto de vista distinto. ¿Y los que piensan en contrario? Pues si conocen el expediente, están concluyendo mal.

Los Extraditables, un grupo de
Los Extraditables, un grupo de narcotraficantes colombianos liderado por figuras como Pablo Escobar y Fabio Ochoa, intentaron presionar al gobierno colombiano en los años 90 contra la extradición de sus miembros - crédito Comisión de la Verdad

¿Qué se puede decir a un país que aguarda expectante por novedades en el caso de su cliente y cómo las autoridades de los Estados Unidos también han requerido a algunos de estos integrantes de estas estructuras del narcotráfico?

La misma historia que con el cartel de Medellín, y terminado el cartel, la droga sigue siendo un buen negocio, que no se termina. Fabio Ochoa simplemente es un símbolo de una generación , que primero irrumpió en Colombia para el narcotráfico. Este fue un muchacho que terminó, por circunstancias de su actividad con su padre, el ganado y los caballos de alta gama, que terminó en el narcotráfico, pero no es el típico narcotraficante que llegue por avaricia o que termine única y exclusivamente porque es una persona dedicada al narcotráfico. La familia Ochoa, hay que decirlo, fue de empresarios del agro, dueños de tierras, de restaurantes y de caballerizas, y terminaron por circunstancias en algo que en Colombia muchos lo hicieron.

Por último, lo que usted quiere decir es que Fabio, como exmiembro del Cartel de Medellín, tuvo que pagar por los negocios y las circunstancias de otros, quizá como que él fue uno de los pocos que puso la cara ante las autoridades estadounidenses....

Si se quiere, el clan Ochoa y el Cártel de Medellín, que tanto apetecía la justicia norteamericana para juzgarlos, o en última instancia él con (Carlos) Lehder, fueron los únicos de los emblemáticos narcotraficantes que pagaron por otros que se enriquecieron. Otros murieron por el mismo Pablo Escobar y el Cartel de Medellín, que era emblemáticamente, digamos, una membresía de él más que los Ochoa y otros.

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