El proceso de discusión del incremento del salario mínimo en Colombia para 2025 se inició oficialmente el 3 de diciembre de 2024. Durante la primera reunión de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) presentó un planteamiento contundente: el aumento del salario mínimo debe ser de dos dígitos.
El eje principal de la solicitud de la CUT radica en los indicadores de productividad laboral revelados por el Ministerio de Trabajo, que reflejan un desempeño positivo. Según los datos expuestos por la ministra Gloria Inés Ramírez, la productividad laboral por hora trabajada registró un aumento del 3,43%, mientras que la productividad total se ubicó en 1,73%. Otros datos relevantes incluyen:
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
- Productividad media de trabajo: 3,14%.
- Productividad laboral por persona empleada: 1,76%.
Fabio Arias, presidente de la CUT, destacó la relevancia de estas cifras, afirmó que “en el Comando Nacional Unitario”, que agrupa a diversos sindicatos, llegaron a un consenso para luchar por un aumento del salario mínimo de dos dígitos y que se anunciará una cifra específica el 11 de diciembre.
Según el líder, este incremento está justificado debido a que, a diferencia de 2023, cuando los indicadores mostraban números negativos, en esta oportunidad los resultados son positivos y “esto es muy significativo y positivo. Evidentemente, hay una productividad creciente en el país, pero lo que más nos llama la atención es la diferencia entre la productividad total factorial y la productividad laboral”.
Uno de los puntos más discutidos por la CUT fue la diferencia entre la productividad total factorial y la productividad laboral. Según Fabio Arias, mientras la primera incluye elementos como capital, insumos, tecnología y administración, la segunda se enfoca exclusivamente en el desempeño de los trabajadores.
“Hemos insistido en la comisión de concertación que la productividad que debe aplicarse es la laboral, no el total factorial, como lo hacían los gobiernos neoliberales y proempresariales”, explicó Arias. Por esta razón, insistió en que el Gobierno debe considerar seriamente un ajuste salarial considerable para reducir estas inequidades.
A pesar de que Colombia no figura entre los países con los salarios mínimos más bajos de América del Sur, el debate sobre el poder adquisitivo de los trabajadores sigue siendo una prioridad para las organizaciones sindicales. En este sentido, el aumento salarial de dos dígitos propuesto por la CUT busca no solo mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, sino también cerrar las brechas económicas que, según la organización, persisten en el país.
El Gobierno y el sector empresarial en la discusión
Por su parte, la ministra de Trabajo aseguró que la cartera presentará una recomendación oficial a la Comisión de Concertación sobre el incremento salarial que el país necesita.
En esta línea, el Gobierno enfatizó la importancia de lograr un consenso que equilibre las necesidades de los trabajadores y la capacidad de pago de los empresarios. Las discusiones continuarán el 4 de diciembre, enfocándose en temas relacionados con las cuentas nacionales y el Producto Interno Bruto (PIB), factores que también influirán en la definición del nuevo salario mínimo.
Próximos pasos en el proceso de negociación
La Comisión Permanente de Concertación tiene previsto realizar un análisis detallado de los datos económicos y de productividad con el objetivo de alcanzar un consenso que satisfaga las expectativas de todas las partes, considerando que el domingo 15 de diciembre marca el primer plazo legal para la definición del salario mínimo.
El incremento del salario mínimo en Colombia no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales, ya que afecta directamente la calidad de vida de millones de trabajadores y sus familias. El enfoque de la CUT en la productividad laboral como eje central de su propuesta agrega un nuevo matiz a esta negociación, que promete ser una de las más importantes en los últimos años.
Con un cronograma de reuniones establecido, el debate está lejos de concluir; sin embargo, los datos positivos en términos de productividad presentados hasta ahora podrían jugar un papel determinante en la definición del incremento final, dejando abierta la posibilidad de un aumento histórico para 2025.