Registran explosión de una moto bomba en peaje de Pamplonita, Norte de Santander: hay tres heridos

Se sabe que dos hombres dejaron una moto cargada con explosivos en el lugar, para luego huir a bordo de otra motocicleta

El peaje quedó totalmente destrozado - crédito Devimar/API

Pasada la medianoche del 3 de diciembre, un atentado terrorista fue perpetrado en el peaje vehicular que comunica a Cúcuta con Pamplona, en Norte de Santander, dejando un saldo de tres personas heridas y graves daños materiales.

“Siendo aproximadamente las 12:13 a.m. de este miércoles, uniformados de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de Norte de Santander que se encontraban trabajando por la seguridad de los usuarios viales en la vía Cúcuta-Pamplona fueron víctimas de la activación de una motocicleta adecuada con explosivos”, señaló la Policía en un comunicado.

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Según versiones preliminares, dos hombres huyeron en una moto luego de dejar en el peaje Pamplonita una motocicleta adaptada con explosivos.

Menos de 24 horas antes, en ese mismo municipio, terroristas detonaron otro explosivo para detener el paso de tropas del Ejército. En ese caso no hubo heridos.

Aún no se ha confirmado la autoría de este hecho, aunque se sospecha que fue el ELN por la injerencia que tiene el grupo armado en el departamento.

En un video compartido por la cuenta de X Colombia Oscura puede evidenciarse el impacto de la detonación en la infraestructura que, literalmente, quedó hecha pedazos y con evidencia a varios metros de la explosión.

Motocicleta con explosivos dejó tres heridos en Norte de Santander - crédito @ColombiaOscura/X

La Gobernación de Norte de Santander rechazó el atentado y ofreció una recompensa de hasta $30 millones por información que permita dar con el paradero de los responsables.

Ciudadanos muestran su escepticismo hacia diálogos con el ELN

La más reciente encuesta realizada por Invamer ha puesto de manifiesto las divisiones y preocupaciones de los colombianos respecto a temas clave como las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la política de Paz Total y la gestión general del presidente Gustavo Petro.

Los resultados reflejan un panorama complejo y un reto significativo para el Gobierno en su búsqueda de consolidar su proyecto político.

La encuesta, que abarcó a 1.200 personas entre el 22 y el 26 de noviembre, revela que el 50,2% de los colombianos se opone a las negociaciones con el ELN, mientras que el 45,7% las respalda. Esta división refleja las tensiones existentes en torno a las estrategias de pacificación impulsadas por el Gobierno.

Hay rechazo generalizado por exceso de diálogos con grupos armados - crédito FLICKR

Además, el 63,3% de los encuestados considera que la política de Paz Total del presidente Petro va en la dirección equivocada, mientras que apenas el 29% cree que está bien encaminada. Un 7,8% de los participantes expresó no tener una opinión definida, evidenciando cierta incertidumbre en sectores de la población.

Un aspecto clave abordado en el estudio es el impacto de las políticas de seguridad del Gobierno. Más de seis de cada diez encuestados (63,3%) afirman sentirse más inseguros en comparación con períodos anteriores, mientras que solo un 27,2% dice percibir una mejora en la seguridad.

Esta preocupación se ve reforzada por la percepción sobre la pérdida de control estatal en zonas afectadas por grupos armados ilegales. Un abrumador 78,3% de los encuestados cree que el Estado y las Fuerzas Armadas han perdido el control de estas áreas, un dato que subraya la desconfianza hacia la capacidad gubernamental para garantizar la estabilidad en el territorio nacional.

En encuesta ciudadanos mostraron preocupación por escalada de inseguridad en 2024 - crédito AP Fernando Vergara

La encuesta también indagó sobre la percepción de los colombianos frente a las negociaciones con grupos armados distintos al ELN. En este caso, el 59,4% de los encuestados se mostró en contra de estas conversaciones, mientras que el 36% las apoya.

La oposición se intensifica cuando se trata de nombrar como gestores de paz a personas con antecedentes graves, como paramilitares o condenados por delitos mayores.

Un contundente 84,1% de los participantes rechaza esta práctica, lo que plantea un desafío adicional para el Gobierno en su búsqueda de aliados dentro del marco de la Paz Total.