Ricardo Bonilla González dejó de ser, oficialmente, el ministro de Hacienda el miércoles 4 de diciembre de 2024, luego de que a través de sus redes sociales el presidente de la República, Gustavo Petro, le pidiera que dejara su cargo y él, en cumplimiento a esta instrucción, radicara la misiva con la que dejará el cargo luego de un año, siete meses y tres días. Una reacción en cadena que causaron las más recientes actuaciones del funcionario, en relación con su labor en el Ejecutivo.
Bonilla, que antes de dejar el cargo remitió a la Fiscalía General de la Nación una denuncia que salpica al hijo adoptivo del primer mandatario, Nicolás Alcocer Petro, por presunta injerencia en la construcción de la hidroeléctrica de Urrá, en un caso en el que también estaría involucrado Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, agradeció la oportunidad brindada por el jefe de Estado; pese a que su desvinculación comenzara a gestarse por petición del gobernante en su cuenta de X.
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El exfuncionario reafirmó las declaraciones que había dado a la prensa en la víspera, cuando le preguntaron si seguirá o no en el Gobierno y cuál sería su respuesta ante las graves acusaciones en su contra, pues fue acusado por su propia exasesora, María Alejandra Benavides, como el determinador de la compra de votos de los congresistas miembros del Comité Interparlamentario de Crédito Público (Cicp), con contratos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
“Me permito presentar renuncia irrevocable al cargo de Ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia. Dije siempre que respeto el trabajo de la Fiscalía y que no usaría mi cargo en el gabinete para defenderme”, expresó Bonilla al inicio de su intervención, con la que, a renglón seguido, explicó sus logros al frente de esta dependencia, en la que reemplazó a José Antonio Ocampo; el primer ministro de Hacienda en el actual Gobierno.
Los motivos por los que Ricardo Bonilla renunció al Ministerio de Hacienda
En su misiva, que según pudo conocer Infobae Colombia estaba preparada desde el fin de semana anterior, tras conocerse los audios que comprometían al ministro en el escándalo de corrupción al interior de la Ungrd, con la presunta entrega de jugosos contratos a un grupo de cinco congresistas y un exmiembro de la corporación legislativa, a cambio de aprobar en la Cicp millonarios préstamos del Ejecutivo, Bonilla dejó en claro que empezará su defensa.
“Considero que ha llegado la hora de asumir con mi equipo jurídico mi defensa como ciudadano, desprovisto de mi condición de funcionario público, para concentrarme en el proceso y evitar cualquier daño al devenir del gobierno en su agenda pública”, expresó el funcionario, con lo que su proceso pasará a la Fiscalía General de la Nación, al perder su fuero constitucional.
De acuerdo con Bonilla, los episodios en mención, para él, dejan -más allá que líos de tipo penal, pues es señalado por ser el principal responsable del direccionamiento de contratos por más de $92.000 millones en Cotorra (Córdoba), Carmen de Bolívar (Bolívar) y Saravena (Arauca), a un grupo de parlamentarios: son ellos Juan Pablo Gallo, Liliana Bittar, Karen Manrique, Julián Peinado y Wadith Manzur, y el exrepresentante Juan Diego Muñoz, investigado por la Corte Suprema.
“Estos duros episodios dejan lecciones sobre el diseño institucional de la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público. Las permanentes dilaciones en el otorgamiento de conceptos, no vinculantes, se prestan a maniobras que dejan al ministro de turno en aprietos”, declaró el saliente ministro, que con ello reiteró aquella frase con la que empezó a responder por el escándalo, relacionada con que él “cometía errores, pero no delitos”.
Según el exfuncionario, se irá con la “frente en alto”, confiado, según él, “en convencer a mis investigadores que no compré silencios, ni votos de congresistas, ni cupos indicativos, ni cometí delito alguno en provecho personal”. Aunque en su contra se han conocido, además de la declaración de Benavides, la del exdirector de la Ungrd Olmedo López, y su ex subdirector Sneyder Pinilla: que señalaron cómo Bonilla habría presionado para la pronta adjudicación de los contratos en mención.
Ricardo Bonilla sacó pecho por su labor al frente del Ministerio de Hacienda
En su breve balance de la gestión, Bonilla rescató que las finanzas del país “gozan de buena salud” y, desde su perspectiva, la estabilidad fiscal se mantiene “a pesar de las circunstancias internas y externas que nos correspondió afrontar”. Al final de su misiva, el ya exministro reiteró su deseo de que el actual Gobierno continúe con el plan propuesto y, de esta manera, fortalezca su intención de crear un país “con más inclusión y menos desigualdad”.
“Hago votos porque su Gobierno del Cambio, en la recta final de su mandato, consolide el inicio de una Colombia nueva con más inclusión y menos desigualdad. Con mi perenne agradecimiento y aprecio, cordial saludo”, puntualizó exfuncionario en mención.