Un nuevo ataque ha generado conmoción en la región, por una explosión que sacudió la sede del Banco Agrario de Algeciras, ubicada al nororiente del departamento de Huila.
El incidente ocurrió la noche del martes 3 de diciembre, cuando dos individuos a bordo de una motocicleta lanzaron un artefacto explosivo contra las instalaciones del banco.
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Según información preliminar, el atentado no dejó víctimas mortales ni heridos, limitándose los daños a pérdidas materiales, impactando entidades como el comité de cafeteros que funciona en la misma edificación.
Este ataque se enmarca en una serie de acciones violentas atribuidas a disidencias de las Farc que buscan presionar a la entidad financiera por el incumplimiento de sus demandas económicas.
Así como lo explicó el coronel Carlos Eduardo Téllez Betancourt, comandante del Departamento de Policía Huila: “La Policía Nacional informa que la noche de ayer, en el municipio de Algeciras, en el departamento del Huila, fue detonado un artefacto explosivo contra las instalaciones del Banco Agrario, lo que afectó la fachada y los vidrios de las instalaciones”.
El oficial además resaltó que, una vez “conocimos el hecho, se ordenó el desplazamiento del personal antiexplosivos para identificar la clase de explosivo que utilizaron”. Este acto violento estaría relacionado con el no pago de extorsiones exigidas por grupos armados ilegales.
“Unidades de la Seccional de Investigación Criminal, SIJIN, se desplazaron al municipio para adelantar la respectiva investigación con el fin de esclarecer los hechos y además identificar a los delincuentes”, indicó el comandante.
Finalmente, la oficial enfatizó a la ciudadanía por información que pueda aportar para dar con la captura de las personas que realizaron esta acción delincuencial.
El Banco Agrario de Colombia ha sido objeto de amenazas previas, y este ataque materializa las advertencias que se habían hecho. La explosión ha generado un clima de miedo y zozobra entre los habitantes de la región, quienes temen por su seguridad ante la escalada de violencia.
Otro atentado terrorista contra sede del Banco Agrario en Huila
En la madrugada del 30 de octubre, una explosión sacudió la sede del Banco Agrario en el municipio de Gigante, Huila, sembrando el pánico en la localidad conocida como la capital del cacao.
Según reportes oficiales, aunque las primeras versiones apuntaban a qué individuos en motocicletas habrían dejado el artefacto explosivo, no se tiene aún confirmación oficial sobre los autores del ataque. La situación derivó en un despliegue de unidades de inteligencia policial para esclarecer los hechos.
El coronel Carlos Eduardo Téllez, comandante del Departamento de Policía Huila, explicó: “Siendo aproximadamente las 2:25 de la madrugada en el municipio de Gigante, se presentó la detonación de un artefacto explosivo en las instalaciones del Banco Agrario”.
Las sospechas recaen sobre el frente Iván Díaz, vinculado al grupo armado de alias Iván mordisco, quienes días antes exigieron el cierre de otra sucursal del Banco Agrario en Algeciras presuntamente debido a la negativa de pagar extorsiones, lo cual podría estar relacionado con el atentado en Gigante.
La reacción política no se hizo esperar. La gobernadora del Huila, Luz Pastrana, exigió enérgicamente a través de su cuenta en X la renuncia del ministro de Defensa, aludiendo a la incapacidad del gobierno para controlar la violencia en la región: “Rechazamos de forma contundente el ataque con explosivos en la sede del Banco Agrario en Gigante. Nuestro departamento merece seguridad y respeto, no más indiferencias frente a la crisis que vivimos”.
Por su parte, el presidente del Banco Agrario de Colombia, Hernando Chica Zuccardi, condenó el terrorismo, recordando que eventos similares ocurrieron recientemente en sucursales en el departamento del Cauca. En sus palabras, el mandatario local expresó: “Rechazamos estos actos terroristas porque, como lo hemos dicho en anteriores oportunidades, la más perjudicada es la comunidad”.
Afortunadamente, a pesar de los daños materiales significativos que forzaron la suspensión temporal del servicio al público, no se reportaron lesiones o pérdidas humanas.