La sorprendente renuncia de César Lorduy a la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), a través de una carta enviada a Efraín Cepeda, dejó cupo para un nuevo magistrado.
Lorduy se va dejando en manos de su sucesor la investigación sobre la presunta violación de topes por parte de la campaña de Gustavo Petro para la Presidencia de Colombia.
Fue por eso que en la mañana del miércoles 4 de diciembre se llevó a cabo la votación en la que Prada ganó por unanimidad, para quedar en la más alta dirección del tribunal.
Una ponencia que Prada presentó con Benjamín Ortiz dio origen a la investigación que hoy tiene contra las cuerdas parte de la legitimidad presidencial de Gustavo Petro.
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La animadversión de Petro por Prada: insiste en que no es autoridad para investigarlo
En el informe presentado por los magistrados se expone que la campaña de Gustavo Petro excedió los topes permitidos en aproximadamente 5.355 millones de pesos, una situación que podría tener consecuencias legales y políticas para el presidente.
Según la investigación, las irregularidades se concentran en aportes no reportados y gastos omitidos en las declaraciones oficiales. Entre los casos destacados, se encuentran los aportes de organizaciones como la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), la Unión Sindical Obrera (USO) y el Polo Democrático Alternativo, así como el financiamiento de transporte aéreo para el equipo de campaña de Petro por parte de la firma Daily Cop, cuyo costo ascendió a más de 2.000 millones de pesos.
De los recursos que habrían excedido los topes, 3.709 millones se registraron durante la primera vuelta electoral, mientras que 1.646 millones correspondieron a la segunda vuelta. Además, se identificaron omisiones como el pago a testigos electorales y propaganda política. Este panorama sugiere un posible incumplimiento de las normas de financiación política establecidas en Colombia.
El presidente Gustavo Petro reaccionó de forma contundente en sus redes sociales, criticando a Álvaro Hernán Prada, uno de los magistrados que lidera la investigación. Petro argumentó que Prada carece de imparcialidad debido a su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del partido opositor Centro Democrático. Estas declaraciones, sumadas a críticas anteriores en las que calificó a miembros del CNE como “vagabundos”, han intensificado la polarización en torno al caso.
Por su parte, el CNE ha reiterado que el caso fue asignado por reparto y que todas las actuaciones se realizan conforme a las competencias legales. Asimismo, el Consejo de Estado ratificó la autoridad del CNE para investigar y sancionar posibles irregularidades en la financiación de campañas, lo que refuerza la validez del proceso en curso.
Este enfrentamiento tiene implicaciones significativas, no solo para el presidente Petro, sino también para la percepción pública sobre la transparencia electoral en Colombia. De confirmarse las irregularidades, podrían imponerse sanciones administrativas a la campaña, afectando a los involucrados, incluidos el gerente de campaña Ricardo Roa y otras figuras clave del Pacto Histórico.
El caso destaca la importancia de fortalecer los mecanismos de control en la financiación de campañas políticas para garantizar procesos democráticos más transparentes. Al mismo tiempo, plantea preguntas sobre la independencia de los organismos de control y la necesidad de reducir la polarización en torno a las instituciones estatales.
Prada denuncia que ha tenido que exiliar a su familia
Según se conoció en la mañana de este martes 17 de septiembre, el magistrado tuvo que enviar a su familia fuera del país debido a amenazas contra su seguridad. Su esposa e hijos vivían en Neiva y la situación comenzó a deteriorarse tras la investigación encabezada por Prada y su colega Benjamín Ortiz sobre aportes económicos relacionados con la campaña electoral de Gustavo Petro.
Prada, magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), junto a Ortiz, analizaban las contribuciones de varias organizaciones y posibles irregularidades que sugerían una violación de los topes de financiamiento de campaña por más de 5.000 millones de pesos. Esta investigación, aun en curso en la entidad, ha causado revuelo y ponía al magistrado y a su familia bajo una peligrosa presión.
Desde entonces, la esposa de Prada y sus cuatro hijos—dos parejas de mellizos llamados María e Isaías, de 10 años, y Juana y Matías, de 8 —comenzaron a recibir seguimientos y amenazas. Ante el incremento de la inseguridad, decidieron abandonar el país.