Aida Victoria Merlano, conocida influenciadora colombiana, enfrenta una situación complicada tras la filtración de su número de teléfono, un hecho que atribuye a los seguidores de su exnovio, el streamer Luis Villa, conocido como Westcol. Según declaraciones de Merlano en su cuenta de Instagram, esta filtración ha convertido su vida en un “infierno”, ya que ha recibido numerosas llamadas y mensajes no deseados.
El conflicto entre Aida Victoria y Westcol se intensificó después de que la influenciadora publicara un video el 1 de diciembre, en el que respondía a varias afirmaciones que Westcol había hecho sobre ella en sus transmisiones. En el video, titulado “SÁCATE MI NOMBRE DE TU BOCA”, Merlano presentó capturas de pantalla y declaraciones contundentes dirigidas a su expareja, en un intento por defenderse de los ataques que, según ella, han afectado también a la hija de su actual pareja, Juan David Tejada.
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La situación escaló cuando seguidores de Westcol comenzaron a atacar a la hija de Tejada, enviándole insultos y fotografías inapropiadas, como parte de un reto promovido por la comunidad del streamer. En su video, Merlano advirtió a Westcol sobre las consecuencias de sus acciones, especialmente si estas llegaran a afectar a su familia en el futuro.
Westcol, por su parte, reaccionó al video de la empresaria barranquillera durante una transmisión en vivo, donde reconoció algunos de los puntos planteados por la creadora de contenido. Sin embargo, la tensión entre ambos no se detuvo ahí, ya que poco después se produjo la filtración del número de teléfono de Aida Victoria, lo que ella considera un acto malintencionado por parte de los seguidores de su exnovio.
A pesar de la gravedad de la situación, Merlano manifestó su intención de no cambiar su número de teléfono, afirmando que contratará a alguien para bloquear a las personas que la acosan. En sus declaraciones, también mencionó que ha enfrentado situaciones difíciles en el pasado, lo que le ha dado la fortaleza para manejar este tipo de problemas.
“Estoy viviendo un infierno, los seguidores de mi ex filtraron mi número, un número que a mí me encanta. Le hablaron a la empresa de telefonía que, de hecho, tiene bastantes cositas que deberían modificar y les dieron mi número (...) Mira, a mí, mi número me encanta, no lo voy a cambiar, horita contrato a una persona, le entrego mi teléfono y lo pongo a que bloquee gente, yo no tengo problema. A mí me han querido meter presa, mi mamá se voló de una cárcel, me parqueaban motos de frente, me han puesto pistolas en la espalda, o sea, a mí esas cosas no me azaran”, expresó la empresaria en sus historias de Instagram.
Como era de esperarse, los internautas no tardaron en expresar su opinión al respecto: “Y tanto que le advertimos que ese cachetón no le convenía”; “Lo que pasa es que a Westcol lo sigue puro man que almuerza y queda desocupado”; “Uy no, esta mujer está pagando hasta los errores de su tatarabuela, ya deberían dejarla en paz”; “Qué pereza esos fans que se toman las relaciones personales, se nota, es totalmente evidente que son personas con una vida tan miserable porque ¿quién tiene tiempo para tirar tanto hate”.
Este incidente pone de relieve los desafíos que enfrentan las figuras públicas en la era digital, donde la privacidad puede verse comprometida por conflictos personales que se desarrollan en plataformas públicas. La situación de Aida Victoria Merlano es un ejemplo de cómo las disputas personales pueden escalar rápidamente en el ámbito de las redes sociales, afectando no solo a los involucrados directos, sino también a sus familias y allegados.