Durante el IV Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe, celebrado en San Andrés, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, reflexionó sobre las implicaciones del uso de petróleo y carbón en el desarrollo económico y social. En un discurso que destacó por sus comparaciones con Venezuela y su mención al exdictador Hugo Chávez (1999-2013), el presidente abordó la relación entre la explotación de recursos naturales y la desigualdad social, trazando un paralelismo entre las decisiones de ambos países.
Petro afirmó: “En Colombia dejemos el petróleo y el carbón, porque es el camino de la desigualdad social y de la muerte, ¿sabes?”. Estas palabras se registraron en el contexto de un llamado a priorizar una transición energética hacia alternativas más sostenibles y menos contaminantes. Según el mandatario, la dependencia de los hidrocarburos fomentó disparidades sociales y contribuido a crisis ambientales, una situación que, a su juicio, también afecta a Venezuela.
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El presidente vinculó esta situación a decisiones tomadas durante la dictadura de Hugo Chávez —y que continuó Nicolás Maduro—, que señaló por no comprender completamente los riesgos de una economía excesivamente dependiente del petróleo. “Chávez no entendió bien el asunto, pero comprendió parte”, indicó, al resaltar, que el exlíder venezolano sí había invertido recursos del petróleo en la educación, aunque sin consolidar una transición energética.
De acuerdo con el medio de análisis político Política Exterior, la industria de los hidrocarburos en Venezuela colapsó por completo. Ellos destacan que siete años de mala administración, purgas políticas, el desmantelamiento de las estructuras directivas de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) y el abandono de las políticas empresariales tradicionales, todos impulsados por el régimen de Nicolás Maduro desde 2014, deterioro el sector y provocado una gran inestabilidad económica en el país.
El mandatario colombiano añadió que el caso venezolano ilustra cómo una economía basada en recursos no renovables puede derivar en problemas económicos y políticos graves. “Mire lo que le pasa a Venezuela, que ya no se sabe si es democracia, ya no se sabe si es revolución y el pueblo no los quiere”, dijo, en una crítica que mezcla aspectos ambientales, sociales y de gobernanza.
En su intervención, Petro también destacó la migración venezolana hacia Colombia, afirmando que un importante número de migrantes posee niveles educativos superiores a los de muchos colombianos. “Esa migración de un millón y medio de venezolanos aquí, de los que nos burlamos, tiene un nivel escolar superior que los colombianos”, expresó, atribuyendo esta diferencia a las políticas educativas impulsadas por Chávez, que en su momento destinó fondos petroleros para financiar la educación universitaria.
Contrastando esta realidad con la situación en Colombia, el presidente criticó la falta de inversión en las universidades públicas, afirmando que “aquí cerramos las universidades, las dejamos sin presupuesto”. Según él, esta diferencia en prioridades refleja un problema estructural que perpetúa la desigualdad en el país.
El discurso de Petro en San Andrés no se limitó a críticas hacia Venezuela, sino que lo hizo como un llamado a revaluar la dependencia de Colombia del petróleo y el carbón. “Vamos a seguir ese mismo camino que tanto me dicen que ‘usted va a volver a Colombia como Chávez’”, advirtió, refiriéndose a quienes cuestionan sus políticas de transición energética. Sin embargo, el mandatario aseguró que el cambio es necesario para evitar repetir los errores de otros países y avanzar hacia un modelo económico más equitativo y sostenible.
Petro ha propuesto en repetidas ocasiones que Colombia debe diversificar su economía, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, y apostando por sectores como la agricultura, la industria y la educación. Durante su intervención, resaltó que estos cambios deben ir acompañados de un fortalecimiento del “saber y la universidad para el pueblo”.