La intolerancia es un mal que aqueja la sociedad colombiana, pues se ha convertido en paisaje que las personas opten por tomar medidas violentas a situaciones que fácilmente se pueden solucionar por otras vías. De hecho, cometer un acto de intolerancia puede terminar en la muerte, e incluso, en la cárcel.
A propósito, un insólito caso se conoció en Bogotá, en la tarde del martes 3 de diciembre, gracias a un video que se difundió masivamente en las redes sociales. En el clip, se observa una calle principal de la capital colombiana convertida en un verdadero ring de boxeo por culpa de dos sujetos que se enfrentaron a puños.
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En la grabación se ve a un conductor del Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp), que al parecer llevaba pasajeros para el momento del incidente, participando en una pelea con un conductor de un vehículo particular. Ambos sujetos se lanzan golpes contundentes, demostrando cada uno sus “vagas” habilidades para el boxeo, en un contexto inadecuado.
Estos hechos ocurrieron ante la mirada de desconcierto de los demás actores viales, que ya no saben que esperar en las calles de Bogotá, pues si no son los actos de delincuencia e inseguridad, es la intolerancia la protagonista del día a día. De hecho, el video estuvo acompañado de la célebre frase “me encanta vivir en Bogotá ...”, haciendo referencia a las situaciones poco comunes que pasan en la ciudad.
Se presume que la pelea duró varios minutos hasta que una mujer, al parecer, acompañante del conductor del vehículo particular, intervino y controló a los dos sujetos, que atendieron el llamado de la ciudadana y cada uno se subió a sus respectivos automotores a continuar con sus actividades diarias.
En efecto, este caso provocó la reacción de usuarios en redes sociales, que cuestionan si estos actos puede acarrear consecuencias en sus vidas laborales, mientras que otros simplemente bromearon con lo ocurrido, enfatizando en que se deberían considerar estrategias en las empresas para controlar la ira: “Puro NPC en la vida real jaja”; “Una pausa activa”; “Hay un nuevo desempleado”; “Las empresas dentro del área de recursos humanos debería dar clases de defensa personal o king boxer”; “Los trancones son por los mirones… (sic)”, fueron algunas reacciones al respecto.
Hasta la redacción de esta nota, no hay un reporte oficial sobre lo ocurrido, ni se conoce el lugar exacto donde se desencadenó el hecho de intolerancia.
Bogotá lidera cifras de casos de intolerancia en Colombia
Bogotá enfrenta cifras preocupantes en casos de intolerancia, situación que está contribuyendo al alza de la violencia. Según datos de la Policía Metropolitana, en la capital colombiana se han registrado más de 1.200 casos de riñas y agresiones por intolerancia, representando un aumento del 15% respecto al mismo periodo de 2023. Además, a corte del 17 de noviembre, ya se habían reportado 326 asesinatos por esta causa.
Francisco Alvarado, experto en psicología social y comportamental de la Universidad Nacional, señaló al medio mencionado que el incremento de los casos de intolerancia y riñas tiene su origen en “una serie de detonantes como el estrés, la frustración y la impotencia”, los cuales afectan los niveles de racionalidad y tolerancia, limitando la capacidad de comportarse amablemente. Alvarado también afirmó que la normalización de la violencia como una forma aceptada de solucionar problemas es otro factor clave para comprender las cifras actuales.
Por su parte, Luz Cristina Jiménez, psicóloga clínica y forense del Instituto de Medicina Legal, explicó al medio citado que la inseguridad generalizada ha llevado a los bogotanos a desarrollar conductas “paranoides”, que incluyen actitudes impulsivas y reactivas. “Este tipo de comportamientos se ha vuelto normal en los bogotanos, y eso no es saludable porque implica la aparición de una sintomatología no deseada”, dijo Jiménez.