El escándalo de corrupción en el que fue involucrado el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, por cuenta de los contratos entregados por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que habrían sido direccionados por orden de su despacho, para beneficiar a un grupo de congresistas que, al parecer, retribuyeron las prebendas con votos cruciales para el Gobierno en el Congreso, en lo referente con la aprobación de créditos, sigue generando repercusiones.
Bonilla está bajo la lupa de los organismos de investigación judicial, debido a las afirmaciones que entregó ante la Fiscalía General de la Nación la exasesora de la dependencia estatal, María Alejandra Benavides, que le echó el agua sucia a su superior y reveló que el funcionario, uno de los hombres de confianza del presidente de la República, Gustavo Petro, sí tenía conocimiento de la forma desde la entidad se estaban entregando millonarios montos para una serie de municipios.
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“Él me usó, él usó el hecho de ser el ministro de Hacienda, que a él no le importaba el costo que tenía que pagar. Eso lo necesitaban allá adentro”, expresó la exasesora en la diligencia que cumplió ante el ente acusador, en relación con el papel que habría desempeñado Bonilla en este entramado, y la forma en que, según ella, se lograron respaldos necesarios para lograr avales en favor del Ejecutivo, en la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público (Cicp).
Frente a esto, una de las más férreas defensoras del ministro Bonilla, el mismo que en sus redes sociales le salió al paso al escándalo y confiaba en demostrar que eventualmente puede “cometer errores, pero no delitos”, ha sido la superintendenta de Industria y Comercio (SIC), Cielo Rusinque, que en sus perfiles en las plataformas digitales se pronunció en favor del jefe de la cartera; aunque rápidamente salieron a flote una serie de publicaciones que la contradecían.
“La presunción de inocencia es una de las grandes conquistas de la civilización. Para los juristas, que conocemos las largas luchas que se esconden detrás de este principio que hace parte de los derechos fundamentales consagrados en las constituciones liberales, no hay un dique contra el poder que deba cuidarse con mayor determinación. Por eso, me he sostenido en mi defensa del Ministro Bonilla”, expresó la funcionaria en sus redes sociales.
Y, como si quisiera aclarar su postulado, dijo en su extenso mensaje que no es que crea que puedan existir pruebas en su contra, “o que ellos sean ángeles, despojados de tentaciones y libres de errores”. Sino que propende porque “si sus conductas han de ser juzgadas, deben serlo a partir de pruebas sólidas, aportadas a través de un debido proceso y valoradas por tribunales independientes e imparciales”, y con ese precepto ha exigido garantías para las partes involucradas.
Los mensajes que dejarían mal parada a la superintendenta de Industria y Comercio
En las redes sociales una serie de usuarios que no son afines al Gobierno se despacharon contra la funcionaria y le sacaron a relucir una serie de publicaciones en las que ella, como activista del progresismo, exigía la renuncia de funcionarios del gobierno de Iván Duque y, de esa manera, también del entonces registrador nacional del Estado Civil Alexander Vega, pues a su parecer existían dudas sobre la forma en la que manejaría las elecciones presidenciales de 2022.
“Exigimos la renuncia del registrador nacional Alexander Vega Rocha, por la aparente falta de garantías para las próximas elecciones. Ya firmé, ¿y ustedes qué esperan?”, afirmó Rusinque en una de las publicaciones, de octubre de 2021; mientras en otra se refería a pedir la ‘cabeza’ de Lisandro Junco, que se desempeñaba como titular de la Dirección de Aduanas Nacionales (Dian), en plena época post paro nacional y reforma tributaria del exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla.
Así fueron apareciendo otra serie de mensajes, entre ellos en los que también exigía la renuncia de la que era la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, por motivos que no quedaban, por aquella época, muy claros. Publicaciones que generaron toda una controversia en torno a la funcionaria, que no tendría la misma vehemencia para señalar a los que hacen parte del Ejecutivo y están inmersos en graves denuncias por aparente corrupción.