La crisis del gas en Colombia escaló a un debate político y técnico de gran envergadura, impulsado por la decisión de importar Gas Natural Licuado (GNL) para suplir la creciente demanda interna. La medida, aunque necesaria para prevenir un desabastecimiento energético, desató críticas severas, particularmente del senador Miguel Uribe Turbay, perteneciente al partido Centro Democrático, responsabilizó al Gobierno por lo que describe como una gestión inadecuada de los recursos y una falta de planificación estratégica.
Colombia, por primera vez en 45 años, comenzó a importar gas como respuesta a una brecha de oferta que podría alcanzar el 20,6 % en 2026. Este cambio estructural es resultado de la disminución en la exploración de gas natural en el país, una situación que sectores empresariales y expertos habían advertido desde hace años. La importación liderada por TPLGas busca cubrir el déficit inmediato con 40.000 Mbtud, un alivio temporal que no soluciona la raíz del problema.
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Miguel Uribe Turbay, que se posiciona como un fuerte precandidato presidencial, señaló que esta dependencia del gas importado conllevará un aumento en las tarifas energéticas, al afectar la economía de las familias colombianas y comprometiendo la estabilidad del país.
Según el congresista, el actual Gobierno disminuyó significativamente el número de pozos en exploración, lo que agudiza la crisis. Además, acusó al ministro de Minas, Andrés Camacho, de minimizar la gravedad del problema y de no asumir responsabilidad por las políticas implementadas. A través de sus redes sociales, Miguel Uribe Turbay denunció lo que considera un “retroceso histórico” en la política de suministro de gas.
“Por primera vez, en 45 años, Colombia debe volver a importar gas para suplir la demanda esencial. Eso implicará un fuerte aumento en los precios de las tarifas y tendrá un costo altísimo en nuestra estabilidad económica. Si seguimos por este camino, podremos enfrentar un racionamiento que generará una crisis sin precedentes. Mientras tanto, el Ministro de Minas, @andrescamachom_, sigue respondiendo a esta crisis con mentiras y lavándose las manos”, publicó el senador en X
Además, la publicación estuvo acompañada de un video donde Uribe amplió su postura, enfatizando que el déficit energético actual no puede ser ignorado y que, de no tomar medidas urgentes, el país se encamina hacia un racionamiento inevitable.
“El Ministro de Minas y Energía miente una vez más y engaña a los colombianos. Asegura que en Colombia no se importaba gas y que tampoco hay que seguir importándolo para la demanda esencial. Es más, solo en 2024 se tendrán que importar 40 barcos de gas licuado, prácticamente lo mismo que entre 2016 y 2023, que fueron 60 barcos. Es decir, en un solo año importaremos lo que se importó en seis años anteriores. Importar gas implica aumentar el costo de las tarifas, pero además tiene un impacto directo en la estabilidad económica del país”, expresó el senador.
Uribe también hizo un llamado a retomar y fortalecer las actividades de exploración y producción de gas como única vía para superar la crisis. Según explicó, hace una década Colombia contaba con un promedio de 120 pozos en exploración al año, mientras que actualmente esta cifra se ha reducido drásticamente a entre 15 y 19 pozos.
“Si seguimos a este ritmo, el déficit puede ser mucho mayor, llegando a un desabastecimiento que finalmente termina en un racionamiento y en un costo económico sin precedentes para las familias colombianas”, concluyó en su declaración.
Las declaraciones del senador generaron preocupación entre sus seguidores, que consideran la advertencia como un llamado urgente a tomar medidas. Muchos respaldaron su postura, al resaltar la importancia de que las autoridades competentes ofrezcan explicaciones claras y transparentes sobre la situación del suministro de gas y su posible impacto en los hogares colombianos.