En medio de la discusión pública sobre la importación de gas en Colombia, la representante a la Cámara Mara Fernanda Carrascal, de la coalición del Pacto Histórico, publicó un mensaje que provocó debate en redes sociales y en círculos políticos. En su publicación, la congresista desmintió afirmaciones que responsabilizan al actual Gobierno de la necesidad de importar gas, al destacar que las dinámicas del sector energético no se pueden simplificar ni politizar de manera irresponsable.
El anuncio de que los hogares colombianos comenzaron a consumir gas importado en lugar del producido localmente, lo que marcó el fin de 45 años de autosuficiencia energética en el país, desató una oleada de reacciones en la esfera política. Este hecho, que también materializa las advertencias realizadas previamente por diversos gremios del sector energético, provocó fuertes críticas hacia el Gobierno del presidente Gustavo Petro, calificando la situación como un retroceso en términos de soberanía energética.
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Así las cosas, Colombia comenzó a importar gas como respuesta a una brecha de oferta que podría alcanzar el 20,6% en 2026. Este cambio estructural es resultado de la disminución en la exploración de gas natural en el país, una situación que sectores empresariales y expertos habían advertido desde hace años. La importación liderada por TPLGas, filial del grupo TPL Energía, busca cubrir el déficit inmediato con 40.000 Mbtud, un alivio temporal que no soluciona la raíz del problema.
“El inicio de operaciones de TPLGas en un momento tan importante para el país, frente a la alerta de desabastecimiento de gas natural en los próximos años, es posible gracias a la contratación que tiene el grupo TPL Energía con la terminal de regasificación de Cartagena, que aporta el respaldo físico que se requiere para la actividad de comercialización de gas natural importado”, se lee en un comunicado de la compañía.
Por lo que Mafe Carrascal usó sus redes sociales con el fin de argumentar que los proyectos de exploración y producción de gas tienen tiempos de desarrollo prolongados, usualmente de siete años, lo que significa que las decisiones tomadas en gobiernos previos son las que determinan la disponibilidad actual del recurso.
“Es falso que la importación de gas para la demanda doméstica, de industria y de carros, sea culpa de este gobierno. ¡No me vengan a decir que nos gastamos TODO el gas del país en DOS años!”, se leyó en el mensaje de la congresista.
Según su publicación en X, aun si en 2022 se hubiera iniciado un esfuerzo exploratorio masivo, ese gas no estaría disponible hoy, lo que refuerza la necesidad de importaciones para cubrir una pequeña fracción de la demanda nacional.
La congresista recordó que esta no es la primera vez que el país recurre a importaciones de gas, y que el volumen actual, equivalente al 4% de la demanda nacional y al 3% de la demanda esencial, no justifica una alarma generalizad. “¿Hay que polemizarlo todo? Este país ya ha importado gas en otras oportunidades”, publicó Carrascal.
Las declaraciones de la congresista fueron percibidas en redes sociales como un desacierto frente a la realidad del país. Muchos usuarios criticaron que se siga atribuyendo la responsabilidad exclusivamente a administraciones pasadas, insistiendo en que es momento de asumir las circunstancias actuales. A pesar de esto, desde la bancada oficialista persisten en defender la postura del Gobierno, desmintiendo cualquier posibilidad de un racionamiento de gas.
De igual forma, el Ministerio de Minas y Energía aclaró que el uso de gas importado no ocurrirá de inmediato. El ministro Andrés Camacho explicó que esta medida es parte de un plan de contingencia diseñado para asegurar la estabilidad del sistema energético nacional, en caso de que aumente la demanda de gas o surjan problemas en su producción.
Según Camacho, las empresas que adoptaron esta medida lo hicieron para “cubrirse en caso de ser necesario”. También afirmó que la producción nacional de gas será suficiente para satisfacer la demanda de diciembre, y que la importación del 3,8% de la demanda nacional no se utilizará de inmediato ni para consumo residencial. Además, garantizó que no habrá impacto en los precios para los usuarios.