El 1 de diciembre, Bucaramanga y su área metropolitana fueron escenario de una serie de homicidios que dejaron cuatro personas muertas en menos de 24 horas. Uno de los casos más impactantes fue el de Julio César Marchán Cordero, un joven de 24 años que falleció tras ser baleado mientras se desplazaba en motocicleta por la carretera antigua de Floridablanca.
A pesar de sus heridas, Marchán Cordero logró llegar al barrio Villabel, donde pidió ayuda a los residentes antes de ser trasladado a la Clínica Foscal, donde finalmente murió a causa de dos disparos con arma de fuego a la altura del tórax. La Policía Metropolitana de Bucaramanga, Mebuc, inició una investigación para esclarecer los hechos que llevaron al ataque contra el joven asesinado.
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Con base en lo que pudo contar antes de perder el conocimiento, fue atacado sin razón aparente mientras circulaba por la vía. El Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía se encargó de realizar la inspección técnica al cadáver, que fue llevado a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Bucaramanga. Según informó Vanguardia, el joven asesinado era originario de la ciudad de Valencia, Venezuela y padre de un menor.
Cuatro homicidios en menos de 24 horas
El mismo día, otros tres homicidios sacudieron la región. A la 1:20 a. m., Nelson Fabián Barragán Vera, de 28 años, fue asesinado en una riña, en la que sus agresores lo atacaron con un disparo y una puñalada; los hechos ocurrieron en la carrera 16 con calle 16 en la capital del departamento de Santander.
Poco después, a las 2:45 a. m., un grupo de amigos fue atacado en el mirador del aeropuerto tras negarse a entregar dinero o papel para estupefacientes; los sujetos le dispararon a tres víctimas; sin embargo, un hombre identificado como Jordy Andrés Pinzón Celis, de 31 años, resultó siendo la víctima fatal en el incidente.
Más tarde, a las 10:20 a. m., Deymer Ávila Mantilla, conocido como alias Chavo, fue asesinado con dos impactos con arma de fuego en hechos ocurridos en el barrio Bonanza Campestre, en el norte de Bucaramanga. Según dio a conocer el medio citado anteriormente, Ávila se encontraba departiendo con otro sujeto cuando se desató una riña entre los dos, minutos después su homicida se fue del lugar, pero regresó abordo de una motocicleta y le disparó.
Estos hechos violentos han generado preocupación en la comunidad, que ahora exige justicia y una respuesta efectiva de las autoridades para frenar la ola de violencia que afecta a la región. Las causas de estos homicidios se investigan, y se barajan hipótesis como la intolerancia social y posibles retaliaciones.
Panorama de inseguridad en Bucaramanga
De otro lado, Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, destacó los esfuerzos de su administración para mejorar la seguridad en la ciudad, a pesar de la creciente violencia que ha marcado a 2024 como el año más violento en los últimos 15 años. De acuerdo con cifras oficiales presentadas por el presidente Gustavo Petro, entre enero y agosto se registraron 86 homicidios en la ciudad, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Este incremento ha sido impulsado principalmente por actos de intolerancia y ataques sicariales, según la Policía Metropolitana.
A pesar del aumento en los homicidios, Beltrán resaltó los avances en seguridad durante su gestión. Según el alcalde, en 2024 se ha logrado reducir los hurtos a personas en un 28%, los robos de vehículos en un 23%, y los hurtos a comercios y extorsiones en un 30%. Además, el esclarecimiento de homicidios ha aumentado en un 46%, y la incautación de cargamentos de drogas creció en un 32%. También se desmantelaron 11 bandas criminales, y la recuperación de vehículos robados aumentó un 21%.