Fuertes enfrentamientos entre las disidencias dejan al menos 11 muertos en Caquetá y Putumayo: están amenazando a los civiles para que recuperen los cadáveres

En medio de un enfrentamiento armado en la región fronteriza límites entre los departamentos de Putumayo y Caquetá, la comunidad alertó a las Fuerzas Militares de un número indeterminado de personas asesinadas en la zona rural de Puerto Guzmán.

Este violento episodio tuvo lugar en el caserío de José María, donde dos facciones disidentes de las Farc se enfrentaron durante el fin de semana. Las facciones involucradas fueron la denominada Raúl Reyes, liderada por alias Calarcá, y los Comandos de Frontera, bajo el mando de Walter Mendoza.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

El combate dejó un saldo de muertos aún por determinar, aunque se ha confirmado que 11 de los cuerpos fueron hallados: ocho en Solita (Caquetá), y tres en Puerto Guzmán (Putumayo).

Las imágenes de los cuerpos sin vida han circulado en redes sociales, y su autenticidad ha sido verificada por las autoridades militares.

En esta entre los departamentos de Putumayo y Caquetá, se ha desatado un conflicto armado que ha dejado al menos 11 muertos, según informaciones de las autoridades militares. Este enfrentamiento se centra en el control de rutas de narcotráfico y cultivos ilícitos, lo que ha llevado a un aumento de la tensión en la zona. Las tropas han sido desplegadas para investigar y esclarecer los hechos ocurridos.

Las disidencias de las Farc han sido señaladas por presionar a la población civil para que recupere los cuerpos de los fallecidos, de acuerdo con fuentes locales. Los cuerpos fueron trasladados por la comunidad a los municipios de Puerto Guzmán en Putumayo y Solita en Caquetá.

Este conflicto es parte de una serie de enfrentamientos que han afectado a la región, donde grupos armados ilegales buscan controlar territorios estratégicos para el tráfico de drogas. Las facciones están enfocadas en dominar la frontera con Ecuador, donde operan dos grupos ilegales aliados con carteles mexicanos para el tráfico de cocaína producida en Colombia.

Tropas de la Sexta División del Ejército llegaron al lugar, cuya misión es proteger a la población civil, verificar los acontecimientos, y apoyar a los funcionarios de policía judicial y al Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía en el levantamiento e identificación de cuerpos.

Además, las personerías locales están brindando asistencia humanitaria a los civiles para prevenir un éxodo masivo.

En el sur de Colombia, las fuerzas del Ejército Nacional han intensificado sus operaciones contra grupos armados ilegales, logrando la incautación de más de 2400 artefactos explosivos en lo que va del año 2024, según informó el comandante de la Brigada N° 27 de Selva, el brigadier general Yor William Cotua Muñoz.

Durante un operativo en el departamento de Putumayo a finales de noviembre, soldados de la Vigésima Séptima Brigada de Selva y el Batallón de Infantería N.° 25 descubrieron y destruyeron de manera controlada un depósito de explosivos perteneciente al Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) 48, conocido como Comandos de Frontera.

Durante la operación, llevada a cabo en un terreno selvático, los militares, apoyados por agentes caninos, localizaron una caleta oculta bajo plásticos negros. En su interior, encontraron más de 525 artefactos explosivos improvisados, 210 kilogramos de anfo y seis kilos de metralla.

Este hallazgo representa un golpe significativo a las capacidades logísticas y criminales de los grupos armados que operan en la región, destacó el general Cotua.

El Ejército Nacional ha reiterado su compromiso de continuar con estas acciones para debilitar el accionar delictivo de los grupos armados organizados en el sur del país. Además, la Sexta División del Ejército ha hecho un llamado a la población civil para que denuncie cualquier actividad sospechosa que pueda afectar la tranquilidad de la región, ofreciendo líneas de contacto como la línea antiterrorista 107 y la línea del Gaula Militar 147, garantizando la confidencialidad de las denuncias.

Estos esfuerzos forman parte de una estrategia más amplia para asegurar la paz y la seguridad en el Putumayo, una región que ha sido históricamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales.