Con el paso de las horas, son más los detalles que se conocen sobre el fuerte accidente de un bus en el que se movilizaban 32 colombianos entre Andorra, Francia y España y que terminó en la muerte de dos mujeres, de las que se desconoce su identidad.
De hecho, en la mañana del lunes 2 de diciembre se conocieron los testimonios de varios nacionales que se encontraban al interior del vehículo y que contaron los momentos de pánico que vivieron antes de terminar contra la zona rocosa en los Pirineos Orientales.
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Según narró Mónica Nieto, al interior del vehículo se alcanzó a comentar que había un fallo en los frenos, por lo que su decisión fue abrochar su cinturón de seguridad y adoptar una posición fetal, segundos antes de estrellar contra la montaña.
“El bus cogió una velocidad tremenda, sin frenos. Yo alcancé a escuchar ‘nos quedamos sin frenos’. El conductor nos salvó la vida. Donde el señor no se estrelle ahí, caemos al abismo”, comentó Mónica en diálogo con Blu Radio.
Incluso, Nieto señaló que siempre acostumbra a ubicarse cerca a las salidas de emergencia y que, en este caso, sería la decisión que le salvó la vida. “Yo solo me puse en posición fetal con mis manos sujetas al asiento de frente y unas 8 personas que no nos pasó nada hicimos lo mismo. Sentí el impacto, pero eso no nos sacó del bus”, comentó la sobreviviente al medio radial.
Asimismo, Wilmer Méndez, otro de los pasajeros residentes en España, relató a W Radio los momentos de angustia vividos el primero de diciembre. El autobús, que transportaba a más de 30 colombianos de regreso a Barcelona tras un día de compras en Andorra, se estrelló contra una pared rocosa cerca de Porté-Puymorens, en Francia.
Según Méndez, el conductor del vehículo había recibido la noticia del fallecimiento de su abuela poco antes de iniciar el viaje, lo que pudo haber afectado su estado emocional. Además, aseguró que el autobús presentaba problemas mecánicos antes de partir.
El sobreviviente relató al medio radial que el conductor intentó reparar la caja de cambios, pero el problema persistía, ya que el vehículo no podía cambiar de marcha adecuadamente.
“En el momento de una montaña el carro se quedó sin poder meter cambios, seguimos andando y algunas personas nos comenzamos a alterar. El conductor dijo que nos habíamos quedado sin frenos”, señaló Méndez.
En medio del caos, los pasajeros sugirieron al conductor que detuviera el autobús contra una montaña para evitar un desastre mayor. Sin embargo, fue Lilly, la encargada del viaje, quien tomó la iniciativa de girar el volante, logrando que el autobús se detuviera contra la montaña.
Méndez describió el impacto como una experiencia aterradora, con vidrios volando y personas saliendo despedidas por las ventanas. Afortunadamente, los niños fueron protegidos por sus padres, aunque el miedo a una explosión inminente llevó a la mayoría a evacuar rápidamente el vehículo.
“Ella le mandó el volante hacia un lado y nos estancamos contra la montaña. Ese carro explotó y comenzaron a volar vidrios, las personas comenzaron a salir volando porque hubo gente que, al brincar el bus, salieron por las ventanas”, señaló Méndez a La W.
Según Méndez, una de las víctimas mortales viajaba en la parte trasera del autobús junto a su hermano, mientras que la otra se encontraba detrás del asiento del conductor. Hasta el momento, las autoridades no han confirmado la nacionalidad de las víctimas mortales.
Finalmente, ambos sobrevivientes concordaron en que los servicios de emergencia tuvieron una respuesta rápida, lo que pudo evitar que las el número de víctimas fuera mayor. De hecho, la evacuación de los heridos contó con la ayuda de unos 200 hombres y cinco helicópteros que trasladaron a los pacientes más críticos a centros asistenciales de España y Francia.