En la jornada del 1 de diciembre de 2024 la Fiscalía General confirmó que un fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) imputó a Juan Guillermo Martínez Abril cargos relacionados con delitos contra la vida y la integridad física y emocional de los animales. Esto en relación con los actos sexuales con los que habría atentado contra una canina llamada ‘Luna’, en un apartamento del occidente de Bogotá.
“El hombre, al parecer, agredía constantemente al animal de raza golden retriever. Esta situación desencadenó un detrimento evidente en la salud y el comportamiento de ‘Luna’, como se constató en un procedimiento de aprehensión preventiva realizado por funcionarios de la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional con el acompañamiento y la verificación del Escuadrón Anticrueldad del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA)”, se lee en comunicado de la Fiscalía.
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El ente acusador confirmó que, desde la detención del hombre, ‘Luna’ se encuentra bajo custodia de las autoridades, quienes evalúan el progreso de la salud del canino. Protección Animal Bogotá es la entidad encargada de la manutención de ‘Luna’, así como del seguimiento de las secuelas emocionales y físicas derivadas del prolongado abuso del ya sindicado criminal, detenido en la ciudad de Bogotá.
La iniciativa legislativa que busca ponerle fin a este flagelo en Colombia
La senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, presentó un proyecto de ley que busca penalizar los actos sexuales con animales en Colombia, una problemática que ha generado preocupación en diversos sectores. La propuesta contempla sanciones penales para quienes realicen, promuevan o difundan este tipo de prácticas, estableciendo penas de prisión entre 12 y 36 meses, además de inhabilitaciones profesionales y multas de hasta 60 salarios mínimos legales vigentes.
El objetivo del proyecto es tipificar el delito de “acto sexual con animales” en el Código Penal, destacando la conexión entre este tipo de conductas y otras formas de violencia sexual, especialmente contra poblaciones vulnerables como menores de edad y adultos mayores. Según Hernández, estudios sugieren que quienes cometen estos actos también pueden representar un riesgo para la seguridad de las personas.
La iniciativa se enmarca en un contexto donde la violencia sexual contra animales sigue siendo un problema significativo. Según datos del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), hasta febrero de 2024 se habían registrado 61 casos de este tipo en el país. Además, episodios como la polémica alrededor de una escultura en Sincelejo, que fue percibida por algunos como una apología a la zoofilia, han avivado el debate público sobre la necesidad de medidas más contundentes.
El proyecto también diferencia entre la zoofilia, una inclinación afectiva o sexual hacia los animales, y el bestialismo, que implica actos concretos de abuso sexual. Mientras la primera es una parafilia, el segundo es una práctica que la ley busca erradicar por su naturaleza violenta y explotadora.
“Hay evidencias técnicas y científicas que señalan que algunos violadores de seres humanos han tenido previamente conductas de abuso sexual en animales. Lo que queremos es que se haga esta modificación en la ley, para que podamos prevenir y castigar estos casos lamentables contra cualquier ser vivo en estado de indefensión”, aseguró Hernández.
En colaboración con organizaciones animalistas y la ciudadanía, esta propuesta busca actualizar la legislación para garantizar la protección de los animales y prevenir delitos que, según argumenta la senadora, pueden escalar hacia formas más graves de violencia contra humanos. De ser aprobada, modificaría la Ley 599 de 2000, estableciendo un precedente importante en la lucha contra el maltrato animal en Colombia.