Dos adultos mayores que estaban atados de pies y manos y en una finca del Valle del Cauca fueron liberados

En una operación conjunta entre el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Gaula Militar, se logró el rescate de dos adultos mayores secuestrados en una finca en la zona rural de Candelaria, Valle del Cauca. Los hermanos, de 68 y 72 años, quienes se desempeñaban como mayordomos del lugar, fueron retenidos en contra de su voluntad por un grupo armado compuesto por seis hombres, quienes, tras amarrarlos de pies y manos, se apoderaron de varios objetos de valor de la finca.

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El secuestro, que fue denunciado por un familiar de las víctimas, se habría originado bajo la excusa de una deuda pendiente de su empleador, de acuerdo con las declaraciones de los delincuentes. Tras el rescate, ambos adultos mayores fueron liberados sin presentar lesiones graves, pero el impacto psicológico del secuestro fue evidente.

Los secuestradores, que huyeron tras el rescate, son buscados por las autoridades, quienes avanzan en la judicialización de los responsables. La pena que enfrentan los implicados podría ser agravada si se logra comprobar que el secuestro fue parte de una estructura criminal organizada.

La Fiscalía General de la Nación, en conjunto con las autoridades competentes, ha abierto una investigación formal por el delito de secuestro. Según el artículo 166 del Código Penal Colombiano, el secuestro tiene una pena de entre 20 y 40 años de prisión, dependiendo de la gravedad de los hechos y si se presentan circunstancias agravantes como el uso de armas o la duración del cautiverio.

En Colombia, el secuestro es un delito grave que afecta tanto a las víctimas como a sus familias, y tiene un impacto significativo en la seguridad pública. Si se presenta un caso de secuestro, es crucial actuar de inmediato y tomar las medidas adecuadas para asegurar la liberación de la persona afectada y facilitar la captura de los responsables.

El primer paso ante un secuestro es denunciar el hecho de manera inmediata ante las autoridades competentes. En Colombia, la denuncia puede realizarse a través de varios canales. Uno de los más rápidos es llamando al número de emergencias 123, donde se activa de manera inmediata la Unidad de Reacción Inmediata (URI), junto con el Gaula, el grupo especializado en la lucha contra el secuestro y la extorsión. También se puede denunciar a través de la Fiscalía General de la Nación, llamando al número 122 o mediante la página web oficial de la entidad. Además, el Gaula Militar ofrece un canal específico para la recepción de denuncias en zonas rurales o apartadas, donde el secuestro puede ser más frecuente.

Es fundamental, al momento de hacer la denuncia, proporcionar la mayor cantidad de información posible. Esto incluye datos personales de la víctima, como nombre completo, edad, estado de salud y detalles relevantes sobre su rutina o ubicación. También se deben detallar todos los elementos relacionados con el secuestro, como la hora y el lugar del hecho, la cantidad de secuestradores, sus características, el tipo de armamento utilizado y cualquier comunicación recibida de los delincuentes. En caso de que haya algún tipo de exigencia, como el pago de un rescate, es necesario informar a las autoridades de inmediato.

Una vez realizada la denuncia, las autoridades se encargan de coordinar un operativo de rescate. El Gaula, tanto de la Policía Nacional como del Ejército, lidera la investigación, rastrea las llamadas de los secuestradores y realiza las acciones necesarias para localizar a los responsables. Las fuerzas de seguridad utilizan diversas tecnologías avanzadas, como el rastreo de señales telefónicas y el análisis de inteligencia, para agilizar la operación. Es importante colaborar con las autoridades durante todo el proceso, proporcionando cualquier información que pueda ser relevante para la investigación, ya sea sobre los secuestradores o sobre los vínculos que puedan tener con grupos criminales organizados.